WASHINGTON.- Los electores que se declaran republicanos se muestran menos entusiastas que los demócratas sobre la idea de ir a votar en las elecciones legislativas del martes en Estados Unidos, según un sondeo que publicó este domingo la revista "Time".
Según la encuesta, el 52% de los votantes que se declaran demócratas aseguran que se sienten más entusiastas por la votación que en el pasado, mientras que sólo el 39% de los republicanos comparte su sentimiento.
Un 37% de los republicanos y un 29% de los demócratas se manifiesta menos entusiasta que en otras ocasiones.
El sondeo representa una mala noticia para el Partido Republicano, que en las últimas elecciones se había caracterizado por su capacidad para movilizar a sus simpatizantes a que acudieran a votar.
Según la muestra, el desencanto es más notable entre un grupo que ha resultado clave para los republicanos en otras ocasiones: los cristianos evangélicos.
Tan sólo el 54% de los votantes de este grupo apoya a candidatos republicanos, mientras que un 38% declara que votará a demócratas, indica el sondeo.
En las elecciones presidenciales de hace dos años, el 78% de los cristianos evangélicos emitieron su sufragio a favor de George W. Bush.
La mayoría de los estadounidenses opina que Irak es la cuestión más crucial en estas elecciones. Un 35% lo ve "extremadamente importante", mientras que un 44% lo considera "muy importante" a la hora de decidir a qué candidato apoya.
Tanto el 53% de los republicanos como el 53% de los demócratas cree que ir a la guerra fue un error.
Tradicionalmente, las elecciones legislativas en Estados Unidos cuentan con una participación inferior a las presidenciales, en torno al 40%.
Por ello, tanto el Partido Republicano como el Demócrata admiten que los resultados dependerán en buena medida de quién consiga motivar más a sus votantes para que acudan a sufragar.
Las encuestas dan como favorita a la oposición demócrata, que necesita arrebatar a sus rivales al menos 15 escaños en la Cámara de Representantes, donde se renuevan sus 435 asientos, para hacerse con el control de esa institución.
En el Senado, de un centenar de asientos, los demócratas necesitan quitar al menos seis escaños a los republicanos, una tarea más complicada porque sólo se renueva un tercio de esta cámara.