BAGDAD/EL CAIRO.- Un día después del anuncio de la condena a muerte al ex Presidente de Irak Saddam Hussein, la atmósfera es tensa en el país del Golfo Pérsico.
En la ciudad de Mosul, en el norte, decenas de simpatizantes del ex dictador protestaron contra la sentencia.
Testigos indicaron que la policía dispersó a los manifestantes con disparos al aire y reforzó la seguridad en las entradas y salidas de la ciudad.
En Bagdad, entretanto, las escuelas, instituciones y comercios mantuvieron hoy sus puertas cerradas. También sigue rigiendo la prohibición de circulación para los vehículos, decretada durante la víspera.
El gobierno tomó esas medidas para evitar brotes de violencia entre chiitas y sunitas tras el anuncio del veredicto.
También en la ciudad de Hillah, 100 kilómetros al sur de Bagdad, al menos 400 personas se manifestaron a favor del veredicto portando pancartas donde exigían que la ejecución se lleve a cabo pronto.
Por otra parte, fuentes de la Justicia iraquí indicaron que aunque Saddam y los otros dos antiguos funcionarios de su régimen condenados a muerte no recurran la sentencia en el transcurso de 30 días, habrá automáticamente una revisión.
Además de Saddam, el tribunal condenó a muerte a su medio hermano Barsan al Tikriti y al ex juez del Tribunal Revolucionario Awad al Bandar por la ejecución de 148 chiitas en 1982.