La líder de la minoría en el Congreso, Nancy Pelosi de California, y el líder de la Minoría en el Senado, Harry Reid de Nevada, celebran las victorias demócratas en una fiesta en el Hotel Hyatt Regency de Washington, DC. Los sondeos indican que el Pa
EFEWASHINGTON.- Los demócratas despojaron a los republicanos del control de la Cámara de Representantes de Estados Unidos y estaban cerca de lograr lo mismo en la carrera por el Senado, donde su victoria final podría verse demorada por un posible recuento de votos en Virginia. Así lo reflejan los resultados parciales entregados hasta ahora tras las elecciones legislativas de ayer.
Los demócratas ganaban 30 escaños en la Cámara, subidos a la cresta de una ola de descontento público con la guerra en Irak, la corrupción y el liderazgo del presidente George W. Bush.
En un revés para Bush y los republicanos, los demócratas también obtenían cuatro de los seis lugares que necesitan para tener mayoría en el Senado y lideraban la carrera por los otros dos, en Montana y Virginia, amenazando con tener el control de ambas cámaras del Congreso por primera vez en 12 años.
Incertidumbre
Pero un posible recuento y presentaciones judiciales en Virginia podrían demorar el resultado final, y desenterrar de la memoria lo ocurrido en la elección presidencial del 2000, cuando la definición se retrasó cinco semanas.
El demócrata James Webb tenía en Virginia una ventaja de 8.000 votos sobre el senador republicano George Allen de los más de 2 millones de votos. Un recuento podría extenderse hasta diciembre, dejando en la incertidumbre el control en el Senado.
Las ajustadas mayorías que dominan en el Congreso, especialmente en el Senado, casi con seguridad producirán más parálisis en ambos cuerpos y agudizarían la guerra política en los dos años que Bush pasará al frente de la Casa Blanca.
Bush tiene previsto dar una conferencia de prensa hoy sobre los resultados de las elecciones.
Es probable que la victoria demócrata frene la agenda legislativa de Bush, convierta a Nancy Pelosi en la primera presidenta de la Cámara de Representantes e incremente la presión para cambiar el curso de la acción en Irak.
"Esta noche es una gran victoria para el pueblo de Estados Unidos", dijo Pelosi durante un mitin demócrata en Capitol Hill. "Hoy el pueblo de Estados Unidos votó por el cambio, y votaron por los demócratas para llevar al país en una nueva dirección", agregó.
Las elecciones definirán las 435 bancas de la Cámara de Representantes, 33 del Senado y 36 gobernaciones. Los demócratas vencieron al senador republicano Rick Santorum, el tercero en importancia en la bancada republicana y uno de los principales objetivos de la oposición este año.
En Connecticut, el senador Joseph Lieberman, quien se postuló como independiente, venció al candidato antibelicista demócrata Ned Lamont, quien lo había derrotado en las primarias de ese partido.
En Nueva York, la senadora demócrata Hillary Rodham Clinton ganó fácilmente su reelección, quedando muy bien posicionada para una posible nominación presidencial en el 2008.
"Esta es una llamada de alerta para el Partido Republicano", dijo a CNN el senador republicano John McCain, de Arizona.
Clara victoria de gobernadores demócratas
Los demócratas también lograron victorias importantes en las elecciones para gobernadores, arrebatándole seis estados a los republicanos y acercándose a una mayoría a nivel nacional que podría darles una ventaja en la elección presidencial del 2008.
En la votación de iniciativas sociales, los votantes en siete estados rechazaron el matrimonio entre personas del mismo sexo, en una de las pocas satisfacciones para los conservadores republicanos en las, por lo demás, decepcionantes elecciones.
La paliza de los demócratas en las elecciones de congresistas se hizo notoria en bastiones republicanos como Indiana, donde tres legisladores en ejercicio fueron derrotados, y en Kansas, donde Jim Ryun no logró la reelección.
"Finalmente estamos comenzando a convertirnos otra vez en un partido nacional luego de 12 años", dijo Howard Dean, jefe del Partido Demócrata, y quien trabajó para construir las operaciones partidarias en los 50 estados nacionales.
La victoria demócrata le otorga al partido el control de comités legislativos que podrían investigar las decisiones más controvertidas del gobierno de Bush en política exterior, defensa y energía.
Los demócratas han prometido votar gran parte de su agenda temática en las primeras 100 horas a partir de que tomen el control de la Cámara, lo que incluye nuevas leyes éticas, un alza del salario mínimo, reducir los subsidios a la industria petrolera y mejoras en la seguridad portuaria y fronteriza.
Los primeros resultados a boca de urna mostraron que los votantes rechazaron por un amplio margen la guerra en Irak, pero muchos dijeron que la corrupción y la ética fueron temas más importantes, dijo CNN.
En una campaña dominada por Irak, Bush defendió hasta el final su manejo sobre la guerra, a pesar de que los índices de aprobación a su gestión disminuyeron entre la población de alrededor de 30 años.
El presidente preguntó qué harían diferente los demócratas y predijo que los republicanos mantendrían el control del Congreso.
"No hay mucho que podamos hacer para, de hecho, forzar al presidente a abandonar Irak, pero en última instancia podemos tener algo de influencia y creo que ciertamente verán un intento por parte de los demócratas para cambiar la dirección", dijo Dean.
La historia está del lado de los demócratas, pues el partido que gobierna la Casa Blanca tradicionalmente pierde bancas en el sexto año del período presidencial.