HUNTSVILLE.- Un asesino convicto fue ejecutado por la muerte de un hombre que pasaba vacaciones con su familia en Houston hace más de 14 años.
Willie Shannon, de 33 años, habló directamente el miércoles a la viuda, dos hijos y un hermano de su víctima y reconoció que "mató a un padre’’.
"No era mi intención. Fue un accidente’’, dijo sobre el asesinato por disparo de arma de fuego de Benjamín Garza.
Shannon dijo que su arma se disparó mientras ambos hombres forcejeaban en un estacionamiento cuando el hombre de Lubbock se rehusó a entregar su vagoneta.
Shannon fue el prisionero número 24 ejecutado este año en Texas, el estado más activo en penas capitales.
Garza, de 38 años, intentaba tomar una siesta en un estacionamiento mientras su esposa y tres hijos compraban zapatos en las cercanías, cuando Shannon subió al vehículo, sacó su arma y exigió la furgoneta familiar de 15 años.
Garza había estado en el Programa Federal de Protección a Testigos por una década y había estado viviendo bajo una nueva identidad luego de testificar en unos juicios por drogas en Rio Grande Valley.
Shannon disparó tres veces, una de esas balas impactó a Garza en la cabeza. Fue aprehendido varias horas más tarde luego de escapar.
Una ejecución más está programada para este año en Texas. Si Charles Nealy es ejecutado la semana entrante, Texas acabará el año con 25 ejecuciones, tres más que el año pasado pero aproximadamente en el promedio de la última década.
Al menos otros cinco presos ya tienen fecha de ejecución en enero.