CIUDAD DEL CABO.- Cerca de 416 millones de las personas más pobres de todo el mundo tienen unos ingresos totales parecidos a los que reciben las 500 más ricas, informó el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Este dato figura en el Informe anual sobre el Desarrollo Humano que presentó hoy el PNUD en la localidad sudafricana de Ciudad del Cabo, que incluye los índices que determinan el desarrollo de cada nación, tanto en sus ingresos como en sus niveles de educación y salud, entre otras variables.
"La acumulación de riqueza en el nivel más alto de la distribución mundial de ingresos ha sido más impactante que la reducción de la pobreza en el nivel más bajo", indica el estudio.
Los datos recogidos en el documento señalan que en todas las regiones del mundo, salvo en Africa subsahariana, se han reducido los niveles de pobreza desde 1990.
Las personas que viven con menos de un 1 dólar diario han pasado del 28 al 21 por ciento y hay mil millones de personas en esa situación.
De ellas, la tercera parte vive en Africa subsahariana y representa casi la mitad de la población de la región.
"África subsahariana es la única región en la que se ha advertido un incremento tanto de la incidencia de la pobreza como del número absoluto de personas pobres", añade el PNUD.
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio fijan una reducción a la mitad, hasta 2015, de las personas pobres, "pero los datos nacionales indican que se fracasará en los objetivos", alerta el informe.
Afirma que nueve de cada diez habitantes de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) están dentro del 20 por ciento más alto de la distribución mundial de ingresos.
En contraste, uno de cada dos habitantes de Africa subsahariana está entre el 20 por ciento más pobre de la población mundial.
Si se tuviera en cuenta el promedio de lo que ganan 5.000 millones de personas en todo el mundo, de 5.533 dólares anuales, sólo tendría asegurado ese ingreso el 20 por ciento de la población mundial.
"La globalización ha dado lugar a un programado debate sobre el rumbo preciso de las tendencias en la distribución de los ingresos mundiales", sostiene el PNUD.
Añade que "lo que algunas veces se pierde de vista es la enorme profundidad de la desigualdad y el potencial asociado de que una mayor equidad acelere la reducción de la pobreza".