PARIS.- La ministra francesa de Defensa, Michele Alliot-Marie, prestó declaración más de 11 horas este viernes ante los jueces que investigan un misterioso escándalo de calumnias que puso en entredicho la honestidad de diversos políticos y empresarios de Francia.
La ministra llegó poco antes de las 13.30 al Tribunal de París y salió hacia la 01 horas del sábado sin hacer declaraciones, comprobó un periodista de la AFP.
Alliot-Marie pidió a finales de octubre declarar lo antes posible ante los jueces Jean-Marie d’Huy y Henri Pons de forma voluntaria, en calidad de testigo, y ha sido la primera integrante del Gobierno en hacerlo.
Los magistrados indagan si la ministra estaba al corriente de la circulación entre 2003 y 2004 de listas falsas con nombres de políticos y empresarios acusados de tener cuentas secretas alimentadas gracias a comisiones ilegales recibidas por una venta de fragatas a Taiwán en 1991.
El llamado escándalo Clearstream salió a la luz en mayo y salpicó a numerosas personalidades públicas francesas. Según parece, el origen de todas las acusaciones era un informante anónimo que había enviado en 2004 a un juez una lista de nombres.
Los jueces querían saber si Alliot-Marie informó en 2004 al presidente Jacques Chirac y al primer ministro Dominique de Villepin de que las listas eran una manipulación.
En ellas figuraba el ministro de Interior y líder de la UMP (partido de derecha en el poder), Nicolas Sarkozy, que aspira a ser elegido presidente del país en mayo del 2007 y está convencido de que alguien quiso perjudicarle políticamente a pocos meses de estas elecciones.
Según parece, en estas listas también aparecía el nombre del compañero sentimental de la ministra Alliot-Marie, el diputado Patrick Ollier.
Alliot-Marie, cercana colaboradora del presidente Jacques Chirac, no descarta presentarse a las elecciones presidenciales de 2007.emp-bl/erl/jmr.