BUENOS AIRES.- Al menos 330.000 inmigrantes se radicaron en Argentina en poco más de seis meses de vigencia del "Plan Patria Grande’’, en su mayoría paraguayos, bolivianos y peruanos, informaron hoy fuentes oficiales.
El ministro del Interior, Aníbal Fernández, brindó en Brasil un amplio informe sobre la marcha del programa migratorio que puso en marcha en abril pasado, durante la clausura de una reunión con altos funcionarios de países miembros y asociados del Mercosur, informó la agencia de noticias DyN.
En Brasilia, los ministros del Interior y de Justicia de los Estados participantes acordaron que durante la presidencia "Pro Tempore" del bloque que comenzó a ejercer Paraguay se ponga en marcha la denominada ’’Acta de Montevideo’’, que apunta a reforzar la lucha contra el tráfico de personas y la venta de niños.
En el marco de la reunión, Aníbal Fernández dio un pormenorizado balance al cumplirse 207 días de la puesta en marcha del plan para regularizar la situación migratoria de miles de extranjeros que vivían en el país sin papeles.
Hasta el viernes, 332.000 personas habían logrado radicarse en el país por el programa del Ministerio del Interior, de los cuales el 80 por ciento es de nacionalidad paraguaya y boliviana, y el resto uruguaya y brasileña, entre otras.
En cuanto a la composición poblacional, la mayoría de los inmigrantes son mujeres, como así también mayores de edad (femeninos y masculinos), dato que demostraría que su llegada a Argentina se debió a intereses y razones laborales.
Sólo el 26 por ciento de los regularizados es menor de edad, situación que contrasta con las pirámides de población de cada uno de los países involucrados.
De acuerdo con lo informado por fuentes oficiales, Patria Grande fue tomado como modelo en el seno del Mercosur y, de hecho, Brasil ya acordó aplicar la reciprocidad bilateral en materia migratoria, con lo cual 300.000 argentinos que viven en ese país podrán radicarse con las mismas condiciones que se establecieron en el plan del Ministerio del Interior.
El programa para los inmigrantes ya había recogido esta semana un fuerte respaldo y elogio del director general de la Organización Internacional para las Migraciones, Brunson Mackinley, al visitar la Argentina.