PEÑAS.- El presidente boliviano Evo Morales rindió este martes homenaje en la localidad andina de Peñas al mártir indígena Tupac Katari, descuartizado por fuerzas coloniales en 1781 por sublevarse a la corona española y luchar por mejores condiciones para los indios aymaras.
Ante unos 10.000 campesinos aymaras, congregados en esta localidad a 97 km. de La Paz, el presidente boliviano homenajeó a "ese padre, ese abuelo que dio su vida por nuestra cultura, identidad y recursos naturales’’, y que hace 225 años fuera brutalmente ajusticiado por alzar a los indígenas de los Andes sudamericanos.
Morales leyó la histórica sentencia de muerte ordenada por un corregidor criollo al servicio de Madrid, en el mismo lugar donde cuatro caballos dispuestos en sentidos contrarios tiraron de las cuatro extremidades de Julián Tupac Katari, uno de los pocos alfabetos entre los indios esclavos, hasta descoyuntarlo.
"Estamos aquí para liberar nuestro pueblo’’, proclamó conmovido el mandatario, un aymara como los miles que escucharon en silencio la condena de muerte aplicada a Katari -principal referente de las luchas indígenas en Bolivia-, y a quienes recordó la "obligación de descolonizarnos’’.
El gobernante, primer indio que preside Bolivia en 181 años de historia, entregó en Peñas 80 de los 150 tractores de fabricación venezolano-iraní, destinados a comunidades y municipios indígenas del departamento (provincia) de La Paz, en el oeste boliviano.
"Daremos la vida por esta tierra hasta que Bolivia sea libre, se libere", proclamó en presencia de los embajadores de Venezuela, Cuba, China, Japón y un encargado de negocios de Perú.
Reforma agraria
Morales que hasta abril próximo prevé repartir 2.000 tractores y cubrir así el 25% del déficit de mecanización que sufre el agro boliviano, se dijo dispuesto a llevar a cabo su revolución agraria consistente en la reversión de tierras improductivas en manos de latifundistas y su posterior dotación a campesinos pobres sin tierra.
Afirmó que la entrega "masiva’’ de tractores y otros equipos a los campesinos bolivianos forma parte de su política agraria, junto a la asignación de créditos a los pequeños productores y la apertura de mercados, principalmente de Europa, Estados Unidos y Japón, para productos ecológicos.
En una alocución de más de una hora, en que volvió a plantear su radical oposición a la suscripción de un Tratado de libre Comercio con EEUU y a enarbolar su política de nacionalización del gas, mencionó que la única forma de pagar "la deuda social’’ con los indígenas y plasmar los cambios que impulsa su administración es "mediante’’ una Asamblea Constituyente "plenipotenciaria’’.
Denunció que la nueva Constitución que promueve su gobierno es resistida por gamonales y empresarios de Santa Cruz, la más próspera región del país, donde se extendió el latifundio, como consencuencia de una reforma agraria inconclusa en 1953.
En ese distrito, empresarios agropecuarios que rechazan su política agraria "no quieren que sea (la Asamblea) originaria’’ y "nosotros necesitamos refundar Bolivia’’.
"Y para ello necesitamos una Asamblea con todos los poderes, plenipotenciaria, para cambiar esa vieja estructura del Estado’’, reclamó en momentos en que su partido, el Movimiento Al Socialismo, que controla el 54% de las 255 bancas del deliberante, enfrenta una firme oposición de la derecha a que la mayor parte de la nueva Carta Magna se apruebe con el 50%1 de los votos.
La oposición exige que el mecanismo de aprobación en la Constituyente sea de dos tercios (170) votos del plenario.