LONDRES.- El Presidente estadounidense, George W. Bush, cree que su país y sus aliados tienen que hacer un último gran esfuerzo para ganar la guerra en Irak y, en lugar de retirarse, Estados Unidos podría aumentar en 20.000 sus soldados en ese país, señala este jueves el diario británico The Guardian.
La negativa de Bush a ceder sobre su política en el país árabe ante las crecientes peticiones en Estados Unidos para que reconsidere la situación, tiene un impacto decisivo en el análisis del Grupo de Estudio de Irak encabezado por el ex secretario de Estado James Baker, afirma el periódico, que cita fuentes estadounidenses.
Si bien el trabajo de ese panel no ha terminado, se espera que sus recomendaciones se formen en torno a una "estrategia de victoria" de cuatro puntos desarrollada por funcionarios del Pentágono que asesoran al citado grupo, agrega el matutino.
Esta estrategia, junto con otras propuestas, circula en forma de borrador y ha sido analizada en sesiones cerradas entre Baker y el vicepresidente estadounidense, Dick Cheney, añade.
El primer punto del plan es aumentar, no disminuir, el número de soldados en Irak, posiblemente en 20.000, para garantizar la seguridad en Bagdad, escena de la peor violencia sectaria, ya que eso permitirá una redistribución de fuerzas de Estados Unidos, de la coalición y las iraquíes en otros puntos del país, afirma The Guardian.
El segundo destaca la importancia de la cooperación regional, que se podría conseguir a través de la convocatoria de una conferencia internacional de países vecinos o una mayor participación diplomática, financiera y económica de aliados de Estados Unidos, como Arabia Saudí y Kuwait.
"Aún queda por debatir si (esa cooperación regional) incluirá hablar con Irán y Siria", señaló al diario Patrick Croning, miembro del Instituto de Estudios Estratégicos de Londres.
El diario afirma que un destacado funcionario del Departamento de Estado, David Satterfield, ha indicado que Estados Unidos está preparado en principio para analizar con Irán sus actividades en Irak.
El tercer punto de la estrategia es impulsar el proceso de reconciliación nacional entre los distintos partidos.
De acuerdo con las fuentes que cita el periódico, crear un marco político creíble será crucial para convencer a los iraquíes y a las naciones vecinas de que Irak se transformará en un Estado en pleno funcionamiento.
El último punto incluye una petición para aumentar los recursos del Congreso para apoyar el despliegue de tropas adicionales y financiar el entrenamiento y el equipamiento del Ejército iraquí y de las fuerzas policiales.
Según las fuentes consultadas por el periódico británico, Bush sabe que tiene menos de un año, tal vez seis meses, para conseguir que la estrategia dé sus frutos en Irak.
Este último esfuerzo, agrega el diario, tiene la intención de facilitar a Bush y al partido republicano "tiempo político y espacio" para recuperarse del reciente revés en los comicios legislativos y prepararse para la campaña electoral de 2008.
"El Grupo de Estudio sobre Irak gana tiempo para que el Presidente haga un último esfuerzo", dijo una fuente consultada por el periódico.