VARSOVIA.- La operación de rescate de los quince mineros que aún se encuentran sepultados en la mina Halemba en la localidad polaca de Ruda Slaska, tras la explosión de metano que se produjo este martes ha sido reanudada, informó el jefe de los equipos de salvamento, Leon Budzilowski.
"Hay que ser conscientes de que las condiciones que imperan en el fondo de la mina, a una profundidad de 1.030 metros, allí donde se produjo la tragedia, son sumamente difíciles", señaló el ministro de Economía, Piotr Wpzniak.
"El tajo siniestrado, que estaba siendo preparado para el cierre definitivo, tiene una longitud de 350 metros y ahora hay que retirar los escombros para encontrar a las víctimas de la explosión", dijo el ministro.
En la galería siniestrada se estaban desmontando los equipos y máquinas utilizadas en la explotación del yacimiento con el fin de sacarlo todo a la superficie y aprovecharlo en otra mina, ya que se calcula que tenían un valor de 70 millones de zlotys (unos 17,5 millones de euros).
Sin embargo, ante el peligro que implica la abundancia de metano se estudia la posibilidad del cierre definitivo de la explotación, dejando la maquinaria en su interior.
En 1990 otra explosión de gas acabó con la vida de diecinueve mineros y hace apenas unos meses, el 27 de febrero de este año, tras una lucha de los equipos de socorro que duró cinco días, se consiguió salvar al minero Zbigniew Nowak, que había quedado sepultado tras el derrumbamiento de la galería en la que se encontraba.
Esta vez los especialistas temen que los quince mineros hayan perdido la vida, bien por la explosión de metano, bien por la falta de oxígeno o las quemaduras sufridas.
Los cuerpos de los ocho mineros ya encontrados sin vida quedaron totalmente calcinados, ya que en el momento de la explosión la temperatura en la galería era de hasta 1.000 grados centígrados.