LONDRES.- La ministra británica de Sanidad, Patricia Hewitt, confirmó hoy que ha sido interrogada por la Policía como "testigo’’ en relación con la supuesta "venta’’ de cargos y títulos a cambio de donaciones al gubernamental Partido Laborista.
"Puedo confirmar hoy que me he reunido con la Policía a petición suya. En la reunión se me recalcó que yo era un testigo (y no un sospechoso) en su investigación’’, dijo la ministra en un comunicado.
Hewitt, el primer miembro en activo del Gabinete del primer ministro, Tony Blair, en ser entrevistado en conexión con el escándalo, ya anunció a comienzos de mes su disposición a "cooperar completamente’’ con las fuerzas del orden.
Según los medios británicos, la titular de Sanidad ha podido ser preguntada sobre las donaciones hechas a su partido en su circunscripción electoral de Leicester West (centro de Inglaterra) por el empresario de origen indio Gulam Noon.
Noon, uno de los donantes más ricos del laborismo, prestó al partido de Blair un total 14 millones de libras (20 millones de euros) antes de las últimas elecciones generales, celebradas el pasado año.
El Gobierno propuso después al empresario para que se le concediera el título de lord, aunque la Comisión de Nombramientos de la Cámara de los Lores bloqueó la concesión, lo que dio lugar a la actual investigación policial.
Todos los ministros que estaban en el Gobierno durante la campaña electoral de los últimos comicios generales han recibido cartas de la Policía pidiéndoles que declaren por escrito todo lo que saben sobre los préstamos secretos con los que se financió esa campaña y la presunta venta de títulos honoríficos a algunos multimillonarios que hicieron ésos o anteriores préstamos o donaciones.
Otro alto cargo laborista ya contactado por la Policía es el ex ministro Alan Milburn, que fue el organizador de esa campaña, hasta que las malas perspectivas electorales obligaron a Blair a echar mano de su rival, Gordon Brown, titular de Economía.
Milburn no ha sido invitado a declarar por escrito, sino que ha sido interrogado personalmente, aunque, al igual de Hewitt, en calidad de testigo y no de sospechoso.
Muchos expertos creen que el cerco se irá estrechando hasta alcanzar al propio Blair, que podría convertirse en el primer jefe del Gobierno británico en ser interrogado estando en activo por un caso de presunta corrupción en los últimos setenta años.
El pasado día 16, el oficial de la Policía británica que dirige la investigación, el subcomisario de Scotland Yard John Yates, señaló que espera presentar sus conclusiones a la Fiscalía en enero próximo.
Hasta esa fecha, Yates dijo haber interrogado a noventa personas en relación con el escándalo: 35 miembros del Partido Laborista, 29 del Partido Conservador, cuatro del Partido Liberal Demócrata y 22 personas que no pertenecen a ninguna formación política.
La polémica sobre la supuesta "venta’’ de cargos estalló en marzo pasado, después de que miembros del Partido Laborista revelasen que la formación recibió casi 20 millones de euros en préstamos blandos procedentes de doce empresarios.
Algunos de esos hombres de negocios fueron más tarde designados para ocupar un escaño en la Cámara de los Lores.
Hasta ahora, la Policía ha detenido a tres personas en relación con el supuesto canje de títulos por donaciones y préstamos a bajo interés al Partido Laborista, incluido lord Levy, un amigo personal de Blair y el principal recaudador de la formación gubernamental.