WASHINGTON.- Un equipo de expertos emitió una advertencia sobre los peligros de utilizar dosis excesivamente altas de Botox en tratamientos cosméticos, las que podrían ser fatales.
El estudio informa de cuatro casos donde los pacientes recibieron dosis que sobrepasaron varias veces el nivel que se sabe es letal.
Y en dichos tratamientos se utilizó el tipo de toxina destinada a uso de laboratorio, dicen la investigación de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades en Atlanta, Estados Unidos.
Los expertos dicen que mucha gente en el mundo está en riesgo porque no hay regulaciones más estrictas sobre quién puede suministrar el Botox.
El Botox, el nombre comercial de la toxina botulinum A, se produce con las mismas toxinas que causan el botulismo. ésta es una rara enfermedad paralizante que, si no se trata a tiempo, puede resultar en insuficiencia respiratoria y muerte.
En los tratamientos cosméticos, la toxina se inyecta en pequeñas cantidades para bloquear las transmisiones nerviosas y reducir temporalmente las contracciones de los músculos faciales que ocasionan las arrugas.
En los cuatro casos mencionados en el estudio se encontró que los pacientes habían recibido inyecciones de una preparación altamente concentrada y no autorizada de la toxina botulinum A. Esta preparación iba a ser utilizada en investigación de laboratorio y no estaba autorizada para uso en seres humanos.
Pero un médico -de una clínica que no ha sido nombrada- suministró entre cuatro y seis inyecciones a tres pacientes, y a sí mismo, como tratamiento cosmético facial.
Eventualmente los cuatro mostraron síntomas de debilidad progresiva y anormalidades en los nervios que controlan funciones como el movimiento de los músculos faciales y la inflamación. Dos de los pacientes experimentaron falta de respiración.
Los investigadores dicen que los pacientes recibieron dosis mucho más altas que el nivel que se cree es letal en seres humanos. Aunque la dosis letal precisa no se conoce, los investigadores apuntan a estudios en primates que sugieren que es de alrededor de 40 microgramos por kilo de peso corporal.
Pruebas previas al tratamiento mostraron que tres de los cuatro pacientes tenían niveles de toxina en la sangre equivalentes a hasta 43 veces la dosis letal.
El médico involucrado en el caso se declaró culpable de etiquetar falsamente un fármaco y fue sentenciado a tres años de prisión.
Según los expertos, los médicos y pacientes deben estar conscientes de los peligros asociados con el uso ilegítimo de toxinas botulínicas no autorizadas, igual que con el uso de cualquier otro fármaco.
Es por eso, afirma el médico, que las compañías farmacológicas también debería estar regulada y tener licencias de venta.
Los expertos indican que el caso de Estados Unidos no está aislado, y puede ocurrir en otros países ya que cada vez más gente se somete a tratamientos de Botox. Y sin una regulación estricta, dicen, no hay nada que evite que la gente no calificada ni entrenada suministre estos tratamientos.
El sector de tratamientos cosméticos, afirman los expertos, ha crecido de forma rampante, lo que ocasiona daños y riesgos a la salud pública, informó la BBC.