ANKARA.— Las fuerzas de seguridad de Turquía fueron destacadas en toda la capital hoy antes de la llegada del papa Benedicto XVI en su primera visita a un país con predominio musulmán, donde enfrenta un repudio público por sus declaraciones sobre la violencia y el Islam.
Antes de partir de Roma, el pontífice dijo que se embarcaba en un "viaje de diálogo, hermandad y reconciliación en este momento difícil de la historia".
La policía estableció posiciones en la carretera entre Ankara y el aeropuerto, donde banderas de Turquía y del Vaticano ondeaban por una brisa ligera. Grupos de francotiradores fueron ubicados en tejados de edificios y cumbres de colinas.
En las zonas boscosas sobre la ruta, unidades de soldados en ropa de combate instalaron puntos de observación y los puentes eran revisados con perros entrenados.
Las autoridades han montado un dispositivo de seguridad más estricto que el establecido en la visita del Presidente estadounidense George W. Bush en el 2004, en un intento por evitar otra posible oleada de protestas por el papa, cuyos comentarios de septiembre generaron un rechazo general en el mundo musulmán.
De acuerdo con medios de comunicación, casi 3.000 policías fueron asignados para la protección del Papa cuando llegue a la polvorienta y populosa capital turca.
"Hemos tomado todas las medidas y observaciones necesarias en la ruta del papa y en los lugares que visitará", dijo el vocero de la policía de Estambul Ismail Caliskan.
En tanto, casi todos los diarios turcos piden hoy que la visita del Papa Benedicto XVI transcurra sin incidentes.
El diario "Sabah", uno de los más importantes del país, titulaba hoy a toda página "Benvenuto", mientras que el rotativo "Milliyet" también le da la bienvenida y afirma en un editorial que el éxito de la visita del Pontífice podría contribuir a la paz en el mundo.
Milliyet insistió en que la visita del Papa se produce en una coyuntura especialmente