TOKIO.- Un comité especial creado por el gobierno japonés para hacer frente a la oleada de suicidios de adolescentes atribuidos al acoso escolar, recomendó hoy duros castigos para los alumnos culpables y para los docentes que ignoran ese problema.
El comité, dirigido por el Premio Nobel japonés de Química, Ryoji Noyori, y formado por 17 expertos de varios ámbitos, sugirió la posibilidad de apartar a los acosadores en clases separadas y obligarles a participar en servicios sociales.
"El acoso escolar es un acto antisocial que no debe ser tolerado", afirmó el comité, y por tanto "se precisan normas claras para su castigo", añadió.
Las conclusiones de ese panel fueron leídas este miércoles en Tokio ante el Primer Ministro, Shinzo Abe, quien en octubre pasado encargó un estudio en profundidad para afrontar los crecientes casos de acoso escolar y el elevado número de suicidios entre adolescentes.
Ocho jóvenes se suicidaron entre el 9 al 17 de noviembre en distintas provincias de Japón por supuestos malos tratos y acoso en sus escuelas, y cada semana el Ministerio de Educación divulga que recibe cartas de jóvenes alertando sobre su futuro suicidio por problemas en los colegios.
Entre otros, el informe divulgado hoy reclama una mayor presencia del número de asesores psicológicos en las escuelas y exige a los colegios que castiguen a los profesores que no han investigado los casos de acoso de los que han podido tener constancia.
También pide a los colegios que traten de resolver el problema con los padres y las comunidades locales, y que transmitan a los alumnos que hacer "la vista gorda" sobre este tipo de situaciones es lo mismo que ser responsable de ellos.
Al conocer sus conclusiones, el Primer ministro Abe aseguró que aplicará las medidas que le han sido recomendas y que todas las partes implicadas deben "hacer todo lo posible para hacer frente a este problema".
Con 35.000 casos anuales, Japón es el país con la mayor tasa de suicidios del mundo industrializado.
En 2005 se quitaron la vida 608 japoneses menores de 20 años, 71 de ellos oficialmente por "problemas en el colegio", aunque muchos expertos denuncian que esas cifras son demasiado bajas y responden a la intención de las escuelas de ocultar o minimizar el problema.