María Consuelo Araújo.
Agencia.BOGOTÁ.- La ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, María Consuelo Araújo, desmintió hoy las acusaciones que le imputaron varios senadores opositores quienes le exigieron la renuncia por presunto tráfico de influencia en beneficio familiar por el caso de la "parapolítica’’.
Durante un acto realizado en la plenaria del Senado la funcionaria desmintió que esté aprovechando su cargo como canciller para beneficiar a su hermano, el senador oficialista Alvaro Araújo, investigado por tener presuntos nexos con paramilitares.
"¿Para quién es bueno que esté María Consuelo Araújo en la Cancillería? Yo creo que para toda Colombia, y estoy dispuesta a demostrarlo y estoy dispuesta a que se mida de manera sistemática y periódica si cumplo con estos resultados’’, sostuvo la ministra.
La funcionaria aceptó que visitó al fiscal general de Colombia, Mario Iguarán, a quien le preguntó sobre la situación jurídica de su hermano, investigado por la Corte Suprema de Justicia.
"Pero si me preguntan (...) qué fui hacer a la Fiscalía, cuándo pedí la cita, lo respondo sin ningún tipo de malicia. Pedí una cita, me la dieron, asistí a una reunión para trabajar temas de cooperación (...) y sí pregunté por una situación familiar y no creo que eso sea objeto para una sanción disciplinaria’’, precisó.
A su turno, los senadores opositores calificaron como "lánguida’’ la ponencia de la canciller y añadieron que ésta no respondió satisfactoriamente las acusaciones que realizaron los senadores opositores Cecilia López del Partido Liberal y Jorge Robledo del Polo Democrático Alternativo.
"Ella utiliza una forma de taparse muy femenina, muy suave y eso por supuesto confunde y engaña pero yo sí rechazo que la señora canciller dé ese tipo de respuestas’’, expresó el legislador Robledo.
Inicialmente, el presidente Alvaro Uribe rechazó hoy la posibilidad de cerrar el Congreso como lo propusieron recientemente sectores de la oposición por los vínculos entre políticos y paramilitares, y reiteró su respaldo a la canciller.
Uribe aseguró que los vínculos de paramilitares y políticos son un problema de anteriores gobiernos y que la revelación de la "parapolítica’’ hace parte del esfuerzo de su mandato por ’’recuperar la institucionalidad en el país’’, al tiempo que negó haberse reunido en ninguna ocasión con los jefes ultraderechistas.
El opositor Partido Liberal, antiguo movimiento político del jefe de Estado, solicitó la clausura del actual Congreso, nuevas elecciones parlamentarias y la realización de una Asamblea Constituyente.
Por su lado, la Corte Suprema de Justicia inició una investigación contra varios congresistas por sus presuntos nexos con paramilitares por lo que llamó a indagatoria a varios legisladores.
Los congresistas vinculados mediante indagatoria por la corte son Luis Eduardo Vives, Dieb Maloof, Alfonso Campo, Mauricio Pimiento, Jorge Luis Caballero y Araújo, quienes deberán presentarse ante la sala penal de ese tribunal para entregar sus declaraciones por lo que se ha denominado la "parapolítica’’.
La polémica por las relaciones entre congresistas y funcionarios del gobierno de Uribe con los paramilitares se agudizó tras la detención de los parlamentarios oficialistas Alvaro García, Jairo Merlano y Erick Morris, acusados de nexos con grupos de ultraderecha por el máximo tribunal.