BOGOTA.- La secretaria general de la Procuraduría colombiana, Ana Fernández, renunció este jueves luego de que informaciones de prensa vincularan a su esposo, presidente de un tribunal judicial, con presuntos narcotraficantes.
En su carta de renuncia, Fernández argumentó que dejó su cargo para "dedicarse de tiempo completo a la defensa de su nombre y el de su familia’’.
El domingo pasado la revista Semana de Bogotá reveló presuntos vínculos entre el magistrado José Alfredo Araújo, presidente del Consejo Superior de la Judicatura y esposo de Fernández, con el italiano Giorgio Sale, capo de la mafia italiana conocida como la D’rangheta.
Sale es el propietario de una cadena de almacenes de ropa y de varios restaurantes del país andino, que fueron intervenidos hace una semana en una operación realizada por las autoridades italianas y colombianas para desbaratar una red de lavado de activos.
Según la policía, Sale -capturado en Italia- enviaba a Colombia el dinero de las operaciones de narcotráfico, encubiertas como aparentes exportaciones de ropa.
Además, la policía señaló que la red de lavado de activos estaba vinculada al desmovilizado jefe paramilitar Salvatore Mancuso, preso en una cárcel del noroeste colombiano.
Por su parte, Araújo, quien se encuentra fuera del país, reconoció a medios de prensa que conocía al italiano, pero dijo no saber que estaba relacionado con negocios de narcotráfico.
Araújo fue llamado por los magistrados del tribunal para que regrese a Colombia con el fin de dar explicaciones sobre las denuncias de Semana.