MOSCU.- El polonio 210, una sustancia radiactiva altamente tóxica encontrada en el cuerpo de un ex espía del KGB que murió la semana pasada en Londres, no puede obtenerse de forma ilegal en Rusia, según dijo el viernes su jefe de energía nuclear.
También se han detectado trazas de polonio en varios aviones de pasajeros y otros lugares de Londres, algunos de los cuales fueron visitados por Alexander Litvinenko -un feroz crítico del presidente ruso, Vladimir Putin- antes de su muerte.
En su última nota, hecha pública por amigos tras el fallecimiento, Litvinenko dijo que Putin estaba detrás de su muerte. El Kremlin y los servicios secretos rusos han negado cualquier conexión con el hecho.
Sergei Kiriyenko, responsable de la agencia de energía atómica estatal rusa Rosatom, le dijo al diario gubernamental Rossiiskaya Gazeta que Rusia produce sólo ocho gramos de polonio 210 al mes.
"Toda esta cantidad va a compañías estadounidenses a través de un único suministrador autorizado, la compañía Tekhsnabexport", informó el diario citando a Kiriyenko.
Kiriyenko no quiso decir cómo se produce el polonio, pero señaló que se necesitan reactores como el ruso RMBK o el canadiense CANDU para hacerlo.
"En Rusia todos los reactores nucleares, incluyendo los utilizados para investigación, son una propiedad gubernamental estrictamente controlada por las autoridades federales", declaró.
Ordenan a avión regresar a Londres para hacerle chequeo de radiación
En tanto, Bristish Airways dio la orden para que uno de sus aviones que se encuentran en el aeropuerto de Moscú vuele hoy a Londres para someterse a un chequeo, con el fin de comprobar si contiene restos radiactivos.
Dicho avión es uno de los tres que la compañía ha retirado del servicio por estar contaminados por la misma sustancia que mató al ex espía ruso Alexander Litvinenko, polonio 210. Los investigadores están chequeando los aviones que realizaron la ruta Moscú-Londres el día 1 de noviembre, cuando se cree que fue envenenado Litvinenko, para esclarecer.
La Agencia Británica para la Salud Pública dijo anoche que los pasajeros que se encontraban en uno de los aviones que aterrizaron en el aeropuerto londinense de Heathrow no están en peligro y pueden volver a viajar.
Sin embargo, los agentes están todavía estudiando los casos de los pasajeros de los otros dos aeroplanos.
Según informa Europa Press, se desconoce aún cómo pudo penetrar en los aviones el elemento radiactivo que acabó con la vida del ex espía.