MANILA.- El gigantezco alud de barro provocado el jueves por el paso del ciclón Durian en el este de Filipinas provocó más 1.000 muertos o desaparecidos.
En una nueva cifra al alza anunciada hoy por la Oficina de Protección Civil del país, se confirma el deceso de 425 personas, mientras que a otras 599 se las da por desaparecidas.
La mezcla de fuertes lluvias provocadas por el paso del ciclón Durian con el barro de los restos volcánicos del Mayon causaron este torrente mortal de lodo, en una tragedia que provocó impacto mundial.
Más de un millón de filipinos se han visto afectados por la catástrofe, que asoló a la región oriental del archipiélago.