SYDNEY.- Los devastadores incendios forestales en el sudeste de Australia ya quemaron más de 210.000 hectáreas de bosques y arbustos.
Los más de 3.000 bomberos, en su mayoría voluntarios, no podían enfrentar hoy domingo la pared de fuego de más de 160 kilómetros de largo, ya que no contaban con el apoyo desde el aire de aeronaves hidrates que no pudieron despegar debido a la gran presencia de humo.
Temperaturas abrasadoras, fuertes vientos y una vegetación que se incendia fácilmente debido a la sequía prácticamente impiden en el estado de Victoria todos los esfuerzos por poner bajo control el fuego.
En el enorme terreno, los rayos causaron decenas de pequeños incendios que rápidamente se unieron formando un frente amenazante. Los bomberos temen que se pierdan más de 600.000 hectáreas de bosques.
Bajo las condiciones actuales, los incendios podrían seguir hasta el año próximo. "Los incendios se expanden rápidamente por los fuertes vientos y la sequía", dijo la portavoz de los bomberos Rachaele May en la radio.
"El viento viene de todas las direcciones, para nuestros bomberos eso es altamente peligroso". Ramas en llamas pueden ser trasladadas por el viento hasta 10 kilómetros y desatar nuevos incendios.