LONDRES.- Las versiones que señalan que la muerte de la princesa Diana de Gales no fue un accidente, sino una conspiración son "infundadas", determinó el informe de la comisión policial británica dirigida por Lord Johns Stevens, ex jefe de Scotland Yard.
El equipo investigador llegó a la misma conclusión que las autoridades francesas respecto de que la muerte de Diana en agosto de 1997 en París fue un accidente y no un asesinato.
Stevens, cuya investigación de 300 páginas duró casi tres años y costó al menos 7 millones de dólares, dio a conocer hoy los detalles de la pesquisa en una rueda de prensa en el centro de conferencias "Queen Elizabeth II", en Londres.
Según el ex funcionario policial, Lady Di, de 36 años, murió cuando el Mercedes Benz en el que se desplazaba en París el 31 de agosto de 1997, se estrelló contra una columna del puente El Alma, luego de una una persecución de fotógrafos en motocicletas.
Conclusiones
Stevens informó además que la muerte de la princesa se debió a un accidente porque el conductor francés Henri Paul manejaba bajo los efectos del alcohol y a alta velocidad.
También confirmó que Lady Di no estaba embarazada cuando murió, como había especulado la prensa británica. "La naturaleza de esta investigación no tuvo precedentes en este país, ya que las acusaciones que se hicieron fueron muy serias", dijo Stevens.
En el accidente murieron el novio de Diana, el multimillonario egipcio Dodi Al Fayed, y Paul, pero salvó su vida el guardaespaldas de Lady Di, el británico Trevor Rees-Jones.
Stevens decidió investigar el caso a comienzos de 2004 en lo que se llamó la "Operación Paget", ante las constantes conjeturas sobre si se trató o no de un accidente.
Se analizaron 20.000 documentos y 1.500 declaraciones. Los detectives entrevistaron a unos 300 testigos, entre ellos el príncipe Carlos, ex esposo de Diana, el príncipe Felipe y el príncipe William, como también funcionarios de los servicios secretos británicos MI5 y MI6. "El reporte es uno de los más importantes y es muy inusual para la Policía Metropolitana dar públicamente un documento de esta magnitud", declaró Stevenson.
Acusaciones infundadas
El padre de Dodi y dueño de la tienda londinense Harrods, Mohamed Al Fayed, rechazó las conclusiones de Stevens e insistió que la muerte de su hijo y Diana fue producto de un plan de los servicios secretos británicos, bajo las órdenes de la Corona, para impedir que la pareja contrajera matrimonio.
"Las acusaciones (de Al Fayed) fueron infundadas, pero la gente seguirá dudando, esto es inevitable", concluyó Stevens.
Los hijos de Diana y el príncipe Carlos, los príncipe William y Harry, fueron informados ayer del resultado de la investigación policial.