TRÍPOLI.- La justicia libanesa condenó a muerte este martes a cinco enfermeras búlgaras y un médico palestino acusados de haber inoculado deliberadamente el virus del sida a 400 niños libios.
Al anunciarse la sentencia, en la sala del tribunal, en Trípoli, los condenados estallaron en sollozos y salieron del recinto tras una breve audiencia.
En el exterior, las familias de los niños enfermos o fallecidos de sida recibieron el veredicto bailando y cantando.
La sentencia era muy esperada en la comunidad internacional y sobre todo en la Unión Europea (UE), de la que formará parte Bulgaria a partir de enero.
La UE reclama la liberación de los acusados, que considera inocentes. Los seis acusados, encarcelados desde hace siete años, fueron condenados a muerte en mayo de 2004, pero el Tribunal Supremo libio ordenó un nuevo juicio, que comenzó en mayo.
En la última audiencia, el 4 de noviembre, se pidió la pena de muerte para todos los acusados.