WASHINGTON.- La Casa Blanca defendió la decisión de la primera dama de Estados Unidos, Laura Bush, de no revelar que se operó en noviembre de un tumor canceroso cutáneo en la pierna derecha.
A diferencia de su esposo, la señora Bush no es un funcionario público electo, subrayó el portavoz de la Casa Blanca Tony Snow. “Quizás si hubiese sido algo más grave, lo habríamos discutido", dijo.
El cáncer fue un carcinoma de las células escamosas, la segunda forma más común de cáncer de la piel, dijo Susan Whitson, vocera de la primera dama. Indicó que el tumor era apenas del tamaño de una moneda pequeña.
Laura Bush, de 60 años, decidió que el cáncer era un asunto privado, y no lo discutió públicamente. El lunes por la noche, la Casa Blanca reconoció que a la primera dama se le había extirpado un tumor, luego que se notase que llevaba un vendaje debajo de la rodilla derecha.
Whitson dijo que la primera dama aún llevaba el vendaje cinco semanas después de la incisión, porque la piel en esa parte de la pierna es fina y “tarda en sanar".
El carcinoma de las células escamosas es un tumor que afecta la capa intermedia de la piel. Es más agresivo que el cáncer de las células basales, la forma más común de cáncer de la piel.
Whitson dijo que el tumor fue extirpado con anestesia local. Añadió que se trató de “una pequeña intervención quirúrgica. No es gran problema. Lo detectó en forma temprana y lo trató en forma temprana".
Snow dijo que la prensa está exagerando la importancia del asunto, y dijo que mientras el presidente George W. Bush y el vicepresidente Dick Cheney revelan su estado de salud, “otros miembros de sus familias, al no ser electos, no lo hacen, al igual que en gobiernos previos".
Fue el segundo caso este año en que la Casa Blanca demoró un anuncio. En febrero esperó casi un día antes de revelar que el vicepresidente Dick Cheney había herido accidentalmente a un compañero de cacería.