MOGADISCIO.- Tropas etíopes y fuerzas gubernamentales somalíes avanzan hoy hacia Mogadiscio en una ofensiva que en las últimas horas arrasó con un importante bastión de los milicianos islámicos, informaron residentes de la zona.
Ya son cuatro días en los que efectivos etíopes, que respaldan al Gobierno de transición de Somalía, se han volcado en una guerra para intentar terminar con los milicianos de los tribunales islámicos, que Etiopía considera una amenaza para su soberanía.
La guerra en Somalía entró hoy en una etapa decisiva cuando las fuerzas atacantes desalojaron a los milicianos islámicos de Jawhar, a 90 kilómetros de Mogadiscio, considerada como la antesala de la capital somalí.
Los milicianos islámicos estaban allí desde el 14 de junio pasado. Para entonces, en Jawhar se habían refugiado varios "señores de la guerra" que escaparon de Mogadiscio al ocupar esa ciudad días antes los milicianos islámicos.
Uno de ellos, Mohamed Dhere, se apoderó hoy de Jawhar, tras la retirada islámica, y en un discurso que hizo ante sus pobladores anunció el levantamiento de las restricciones para la convivencia diaria que habían impuesto los tribunales islámicos.
En esencia, Dhere dijo que a partir de ahora los habitantes de la ciudad podrían ir al cine y escuchar música.
Lucha encarnizada
En la ocupación de Jawhar murieron unos 60 milicianos islámicos y 45 efectivos del Gobierno y de las fuerzas etíopes, según fuentes de ambos bandos.
La lucha más encarnizada se registró en la zona de Keliga Shinaha, a las afueras de Jawhar, donde los tribunales islámicos dejaron más de 50 cadáveres, dijo un residente del área, que prefirió mantener el anonimato.
Residentes en Balad, 30 kilómetros al norte de Mogadiscio, dijeron que las fuerzas etíopes están a 20 kilómetros de la ciudad, mientras los milicianos de los tribunales islámicos se repliegan hacia la capital.
En Mogadiscio, mientras tanto, sus pobladores comienzan a temer que la capital pueda caer pronto ante el avance de la alianza formada entre Etiopía, el Gobierno de transición somalí y los "señores de la guerra".
"Señores de la guerra"
Desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, Somalia quedó a merced de los "señores de la guerra", que se repartieron el suelo somalí y constantemente combatían para afirmar o ampliar su poder.
Los tribunales islámicos se sumaron a esa lucha a comienzos de este año, y poco a poco expulsaron a los "señores de la guerra" de Mogadiscio y de amplias áreas del centro y sur del país.
Ahora, ante el despliegue de fuerzas del Ejército etíope, uno de los mejores armados y más experimentados de África, los milicianos islámicos se repliegan hasta Mogadiscio.
Desde Mogadiscio han comenzado a salir miles de personas, mientras la carencia de productos y alimentos se refleja en un fuerte aumento de los precios.
"Desde que el Gobierno de transición anunció precios fijos, el valor de los alimentos ha aumentado en el doble", dijo el comerciante Hassan Omar. "Si la situación sigue así, habrá una crisis humana", agregó.