MOGADISCIO.- Horas después de que los combatientes islámicos de Somalia abandonaran la capital, Mogadiscio se ha convertido en una ciudad sin ley, con los milicianos de los "señores de la guerra" para recuperar el poder que perdieron hace seis meses.
Cuatro días después de que Etiopía lanzara por tierra y por aire una ofensiva contra los milicianos islámicos somalíes, Mogadiscio, el principal bastión que mantenían, fue abandonada por los combatientes a partir de esta medianoche y hasta el amanecer.
La decisión fue adoptada a pesar de que los tribunales islámicos habían preparado a la población para una larga batalla en la defensa de la ciudad, a la que invitaron incluso a combatientes extranjeros.
El principal líder islámico, Sharif Sheij Ahmad, en declaraciones a la televisión Al Yazira, calificó la retirada como "táctica".
"Hemos evacuado a todos los dirigentes y los elementos que trabajaban para los Tribunales a lugares que sólo conocemos nosotros", agregó el jeque Sharif.
El presidente del Consejo Ejecutivo de los Tribunales Islámicos añadió que habían decidido abandonar la ciudad para evitar su destrucción por las tropas gubernamentales y los soldados etíopes, situados a pocos kilómetros de la capital.
Se tardó poco para que el control de la ciudad comenzara a ser recuperado por los milicianos al servicio de los "señores de la guerra" leales al Gobierno de transición, los mismos que fueron desalojados de la ciudad a comienzos de junio pasado.
El sonido de las balas se oyó en todos los puntos de Mogadiscio y las turbas comenzaron a saquear los centros oficiales y las casas que estaban administradas por los tribunales islámicos. Los milicianos de los "señores de la guerra" se apresuraron a levantar los retenes improvisados en las calles que eran habituales en Mogadiscio antes de que la controlaran los tribunales islámicos para dividir la ciudad en zonas de influencia.
Por lo menos cuatro personas, incluida una mujer joven, murieron en la medianoche en el distrito de Hurwa cuando comenzaron a desatarse los disturbios nada más conocerse las intenciones de los milicianos islámicos de abandonar la ciudad.
El portavoz del Gobierno de transición, Abdurahman Dinari, dijo a EFE que las fuerzas aliadas tienen previsto llegar a Mogadiscio en las próximas horas para tomar el control de la ciudad. "Hacemos un llamamiento a los habitantes de Mogadiscio para que den la bienvenida a nuestras fuerzas con ramas y flores. Tomaremos el control de la ciudad y restableceremos la seguridad y el orden", agregó el portavoz.
Mientras tanto, los mercados y los negocios están cerrados, y, como es costumbre en estas situaciones, los precios de los alimentos se han doblado en medio del temor de los habitantes de Mogadiscio sobre el futuro de la ciudad.
"Yo me sumé a la nueva paz, y ahora estoy preocupado por el trato que nos darán los señores de la guerra y sus milicias", dijo el tendero Cabdunasir Doli.
Mogadiscio cayó en poder de los milicianos islámicos a comienzos de junio pasado, en medio de combates con los “señores de la guerra" para controlar la ciudad y otras zonas del país.
Desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, Somalia era escenario de las luchas por el poder entre los “señores de la guerra,” a las que se vincularon a comienzos de año los milicianos islámicos.
Aunque ha habido dos intentos de instalar gobiernos provisionales, ninguno de ellos ha logrado imponerse en el país. Hasta la semana pasada, los milicianos islámicos controlaban Mogadiscio y amplios sectores del centro y sur del país, y habían obligado al Gobierno de transición a encerrase en la ciudad de Baidoa, 245 kilómetros al noroeste de Mogadiscio.
Todo cambió con la ofensiva que lanzó Etiopía, que apoya al Gobierno de transición, y que incluyó ataques aéreos a importantes bastiones islámicos, incluido el aeropuerto internacional de Mogadiscio, que fue bombardeado el lunes pasado.
Etiopía lanzó la ofensiva para defender su soberanía, según dijo su Gobierno, ante las amenazas que representaba el avance islámico en el vecino país y para evitar infiltraciones, especialmente en el este de Etiopía, de fuerte presencia musulmana.
Las fuerzas etíopes están a las afueras de Mogadiscio a la espera de órdenes de su Gobierno, aunque fuerzas leales al Gobierno de transición somalí podían verse ya esta mañana en su avance por algunos barrios de la capital.
De momento, el puerto y el aeropuerto de Mogadiscio han quedado en poder de milicianos de los “señores de la guerra.”
El cambio en la ciudad se nota hasta en la apariencia de los habitantes: muchos han decidido afeitarse sus largas barbas y prescindir del turbante, señales que los podrían identificar como seguidores islámicos.