TAIPEI.- La esposa del presidente taiwanés Chen Shui-bian, paralítica y hospitalizada, no compareció hoy, por segunda vez, a una sesión del juicio por corrupción que enfrenta.
Wu Shu-chen, que tiene sus piernas paralizadas desde que tuvo un accidente en 1985, sufrió un desmayo en la primera sesión del juicio celebrada el 15 de diciembre, y desde entonces está en el Hospital de la Universidad de Taiwán.
Wu, de 54 años, acusada de embolsarse unos 450.000 dólares con el uso de facturas falsas para justificar gastos de un presupuesto oficial, no asistió a la sesión del 22 de diciembre, ya que aún tenía la presión muy baja.
La primera dama taiwanesa se declaró inocente de las acusaciones de enriquecimiento ilícito y falsificación de documentos, y asegura que el dinero se gastó en la diplomacia secreta de la isla.
Wu justifica la entrega de facturas personales y de sus amigas, para la contabilidad oficial, por la necesidad de proteger el anonimato de los verdaderos receptores de los fondos.
Este juicio pone en peligro la presidencia de Chen, ya que el mandatario isleño ha prometido dimitir si su esposa es condenada.
El yerno de Chen, Chao Chien-ming, fue condenado el miércoles, por uso de información privilegiada para enriquecerse con transacciones bursátiles, y varios colaboradores de Chen han sido acusados o están siendo juzgados por corrupción.
El presidente taiwanés asegura que no ha participado en ninguno de esos asuntos y que no se ha embolsado ni un céntimo ilícito.