Quieres ver tu clima local?
Mostrar
Santiago: Miércoles 04 de diciembre del 2024 | Actualizado 00:35
CIUDAD DEL VATICANO.- La ejecución de Saddam Hussein es una "noticia trágica", afirmó hoy el vocero vaticano, sacerdote Federico Lombardi, que rechazó firmemente la concreción de la condena a muerte del ex Presidente iraquí, en un acto que, según dijo, viola la ley divina y hace correr el riesgo de alimentar la venganza.
"La pena de muerte a un culpable no es el camino para reconstruir la justicia y reconciliar a la sociedad", subrayó el padre Federico Lombardi, director de la sala de prensa del Vaticano, pocas horas después de que Saddam terminó en la horca.
"Existe el riesgo de que alimente el espíritu de venganza y de nuevas violencias", agregó el portavoz vaticano.
"Hay un motivo de tristeza aunque se trata de una persona que se hizo culpable de graves crímenes", dijo Lombardi a la radio vaticana, recordando que la Iglesia católica se opone a la pena de muerte en todas las circunstancias.
"La muerte del culpable no es la vía para reconstruir la justicia y reconciliar a la sociedad", comentó.
Lombardi expresó que "en este tiempo oscuro de la vida del pueblo iraquí, no se puede más que auspiciar que todos los responsables hagan verdaderamente todos los esfuerzos para que en una situación dramática se abran rendijas de reconciliación y de paz".
"Crítica situación"
Por su parte, el cardenal Renato Martino, presidente del Consejo pontificio de Justicia y Paz, dijo hoy que espera y reza para que la ejecución del ex presidente Saddam Hussein no contribuya a agravar la "ya crítica situación" de Irak.
El religioso dijo que había esperado hasta el último momento que no fuese aplicada la condena.
Martino recordó que la pena de muerte, como expresa la Encíclica Evangelium Vitae, debe ser evitada "en consideración de las posibilidades de que dispone una sociedad moderna de reprimir eficazmente el crimen".
El objetivo debe ser evitar que quien comete un crimen vuelva a hacerlo, pero no quitarle definitivamente la posibilidad de redimirse, explicó.
La posición de la Iglesia Católica sobre el don de la vida, prosiguió el cardenal, es clara: "El hombre no tiene la completa disponibilidad" de la vida y, por lo tanto, debe defenderla "desde el momento de la concepción hasta la muerte natural", explicó.
El cardenal Paul Poupard, presidente del Consejo pontificio para el diálogo interreligioso, manifestó preocupación por la ejecución de la condena a muerte de Hussein.
"Oramos al Señor, por los muertos y por los vivos para que esto no sea ocasión de nueva violencia", afirmó.
"Estamos siempre tristes cuando los hombres se apoderan de la vida que pertenecen al Señor. Una cosa es juzgar a un hombre por lo que cometió, otra es quitarle la vida", declaró el purpurado a ANSA.
"Cualquiera sea la persona, la enseñanza de la Iglesia es muy clara. Ahora no queda más que rezar. Oramos al Señor, por los muertos y por los vivos y que esto no sea ocasión de nueva violencia", concluyó Poupard.
El vocero de la Comunidad católica italiana de Sant'Egidio, Mario Marazzini, declaró hoy que "una barbarie se agrega a una guerra y a un terror ya bárbaro. La ejecución de Saddam Hussein es una vergüenza para la comunidad internacional y para quien creyó que, de este modo, una estación de mayor justicia para el mundo podía ser inaugurada".
