SIDNEY.- La región de Asia-Pacífico fue la primera del mundo en dar la bienvenida con alegría a 2007, aunque las celebraciones estuvieron empañadas por seis atentados con bomba en Tailandia que causaron dos muertos y llevaron a las autoridades a anular los festejos públicos.
Sidney dio el pistoletazo de salida con unos inmensos fuegos artificiales en su bahía, alrededor de su famosa Ópera, que se iluminó a medianoche en presencia de un millón de personas.
Los 19.000 hoteles de la ciudad habían colgado el cartel de "No quedan habitaciones", mientras que la orilla del mar y los barcos anclados en la bahía comenzaban a llenarse de gente horas antes del comienzo del espectáculo.
Unos 1.500 policías se encargaron de la seguridad en el centro de la ciudad y en las playas de Bondi y Manly, donde decenas de miles de personas hicieron caso omiso de las malas previsiones meteorológicas.
"¡Es el colmo tener que cruzar los dedos para que no llueva ahora que nos hace tanta falta!", dijo un portavoz del gobierno australiano en alusión a la peor sequía de la historia del país.
En Nueva Zelanda, a la que los husos horarios conceden en realidad la primicia de las celebraciones dos horas antes que a Sidney, un tiempo frío y lluvioso, poco habitual en el verano que vive el país, deslució las celebraciones.
La despedida de 2006 estuvo teñida de tristeza en Bangkok, donde la explosión de seis bombas causó dos muertos y unos 30 heridos.
El gobernador de la capital tailandesa anuló las celebraciones públicas y pidió que regresaran a sus hogares a las decenas de miles de personas congregadas frente al inmenso centro comercial Central World Plaza.
Por su parte, los japoneses llenaban los mercados de Tokio, una capital a ralentí en la que, por una vez, la circulación era fluida.
Este año, varios operadores de telefonía móvil han optado por restringir las llamadas y los correos electrónicos entre medianoche y la una de la mañana para evitar que se saturen las redes.
Gran parte de la Asia de la "alta tecnología" todavía se recupera de la gigantesca avería de las redes que privó de Internet a millones de personas tras un sismo el martes a lo largo de Taiwán, que dañó los cables ópticos submarinos.
En China, el Presidente Hu Jintao dio la bienvenida a 2007 en la Opera de Pekín, mientras que la rival Taiwán optó por una fórmula más moderna: congregar a miles de personas para tocar simultáneamente el tambor al ritmo de la famosa canción del grupo Queen "We will rock you".
Por su parte, el líder norcoreano, Kim Jong-Il, deseó un feliz Año Nuevo a su homólogo cubano, Fidel Castro, a quien felicitó por haber resistido con valentía las sanciones económicas estadounidenses.