BAGDAD.- El jefe del clan de "Al Bunaser" del ex Presidente iraquí Saddam Hussein afirmó que la familia del dictador ejecutado no piensa trasladar su cadáver a otro lugar desde donde está enterrado, en su aldea natal de Al Auya.
El jeque Ali Al Nada aseguró que tras el acuerdo de su clan, Saddam, ejecutado el sábado pasado, fue enterrado en un "buen lugar" en el centro de Al Auya, aldea situada 10 kilómetros al sur de Tikrit, centro de la provincia de Salahedin.
Según el relato de Al Nada, los miembros del clan de Saddam se reunieron después de recibir la noticia de su ejecución en la horca y decidieron enterrarle en un salón de actos religiosos.
Los miembros del clan "Al Bunaser" construyeron una tumba para Saddam debajo del centro de ese salón, de forma octogonal, cerrado con madera, con inscripciones labradas por artesanos marroquíes en sus paredes y rodeado de varias salas.
Sobre la entrega del cadáver de Hussein a su clan, Al Nada explicó que cuando se enteró de la noticia de su ejecución a través de los medios de comunicación, mantuvo contactos con la administración de la provincia de Salahedin, al norte de Bagdad.
"Y el acuerdo que logramos fue que viajara con el gobernador de Salahedin y su asesor a Bagdad a bordo de un avión militar estadounidense", detalló.
"Pero nos sorprendió que el Gobierno pidiera que asistiéramos al entierro de Saddam en Bagdad, lo que rechazamos, y entremos en nuevas negociaciones que duraron cuatro horas".
El jefe del clan de Hussein aseguró que tras las negociación logró la autorización del Primer Ministro iraquí, Nuri Al Maliki, para la entrega del cadáver del ex Presidente a su clan.
En cuanto al papel de Estados Unidos en el traslado del cadáver de Bagdad a Al Auya, Al Nada afirmó que el gobernador de Salah El Din, Hamad Al Qaisi, mantuvo contactos con la embajada estadounidense en Bagdad después de que el Gobierno iraquí "rehuyera su responsabilidad de garantizarnos un camino seguro durante el proceso del traslado".
Estos contactos dieron su fruto y finalmente la parte estadounidense aprobó el traslado del cadáver en un avión especial hasta Tikrit.
Algunas informaciones de prensa afirmaron que SadDam dejó escrito en el testamento, que entregó a su familia, que quería ser enterrado en la ciudad de Ramadi, en la provincia de Al Anbar, en el oeste de Irak.
Varios observadores consideraron que esta supuesta petición de Saddam fue motivada por su aprecio al papel que desempeña esta provincia, feudo de la insurgencia árabe suní, en la lucha contra las tropas estadounidenses.