BEIJING.- El negociador iraní para la crisis nuclear, Ali Larijani, señaló que Teherán "respetará los principios del Tratado de No Proliferación Nuclear" en su reunión con el consejero de Estado chino Tang Jiaxuan, informó hoy la prensa estatal.
Irán seguirá la búsqueda de "una solución justa y razonable para la cuestión nuclear a través del diálogo", señaló Larijani, quien hoy tiene previsto reunirse con el Presidente chino, Hu Jintao, y transmitirle un mensaje de su homólogo iraní, Mahmoud Ahmadineyad.
Tang, principal responsable de Asuntos Exteriores del Consejo de Estado (Gobierno), pidió que todas las partes insistan en la vía de las negociaciones para resolver la crisis, ya que "son la única forma de llegar a un acuerdo".
China votó en el Consejo de Seguridad de la ONU a favor de la resolución 1.737, que estableció el 23 de diciembre sanciones económicas contra Teherán si no interrumpe en 60 días su programa de enriquecimiento de uranio.
Beijing y Moscú se mostraron reticentes durante meses a que la ONU impusiera sanciones contra Irán, y aunque finalmente votaron a favor de ellas, lograron que fueran menos duras de lo que pedían otros países miembros del Consejo de Seguridad.
Las moderadas palabras de Larijani en su actual visita a Beijing contrastan con la actitud del Gobierno de Irán, que calificó de "ilegal" la resolución de la ONU y anunció su intención de continuar su programa nuclear.
China defiende el derecho de Irán a desarrollar un programa atómico con fines pacíficos, aunque el enriquecimiento de uranio tiene con frecuencia intenciones militares.
En el pasado se acusó a China, potencia nuclear, de suministrar armamento de destrucción masiva o tecnología atómica a países como Irán, aunque Beijing siempre lo ha negado y aseguró que siempre se ha opuesto a la proliferación.
Irán es uno de los principales suministradores de crudo y gas natural a China, país que ha llevado a cabo varias adquisiciones e inversiones en el sector petrolífero iraní.
En diciembre, la firma PetroChina, una de las mayores en el sector energético chino, acordó con Irán la compra de gas natural licuado por valor de 16.000 millones de dólares (12.200 millones de euros).