RÍO DE JANEIRO.- La cifra de muertos ocasionados por las inundaciones de la semana pasada en el sureste de Brasil llegó a 50 personas, informó el domingo el servicio de Defensa Civil brasileño, mientras se pronosticaban más lluvias para la próxima semana.
La mayoría de las muertes ocurrieron el jueves y el viernes en áreas montañosas de los estados de Río de Janeiro y Minas Gerais, debido a que las ligeras construcciones emplazadas en las laderas fueron barridas por aludes de barro, dijo un portavoz de la Defensa Civil, quien pidió no ser identificado. En varios distritos se ha declarado estado de emergencia.
"La búsqueda de víctimas continúa", dijo el portavoz. Agregó que los bomberos del Departamento de Defensa Civil que realizaban las labores de rescate dijeron que la cifra total de muertos se había elevado a unas 50 personas.
El nuevo gobernador del estado de Río de Janeiro, Sergio Cabral Filho, tiene planeado viajar el domingo con el ministro de Integración Nacional, Pedro Britto, a Novo Friburgo, uno de las ciudades más afectadas, para reunirse con los alcaldes de la región azotada por las inundaciones.
Más de 15.000 personas fueron obligadas a dejar sus hogares en el estado de Río de Janeiro, de acuerdo a la Defensa Civil. El gobierno federal ha destinado 57 millones de reales (26,5 millones de dólares) como fondos de ayuda a las víctimas del desastre.
Aunque el domingo no llovió, los meteorólogos han pronosticado fuertes precipitaciones en los próximos días.
"La lluvia seguirá, y se volverá más intensa en la segunda mitad de la semana", dijo Lucyara Rodrigues Pereira, de la empresa meteorológica privada Somar. Además, comentó que las aguas caídas acumulada en los estados de Río de Janeiro, Minas Gerais y Sao Paulo aumentaron de 100 a 130 milímetros.
La temporada de verano en Brasil ha sido particularmente lluviosa este año, debido a que los frentes fríos que avanzan hacia el norte desde la Antártica se han encontrado con masas de aire cálido y húmedo que se dirigen hacia el sur desde el Amazonas.