MOGADISCIO.- El ataque aéreo lanzado por EE.UU. en el sur de Somalia, que tenía como objetivo presuntos miembros de Al Qaeda que participaron en dos atentados bomba en embajadas estadounidenses, ha sido considerado un éxito, según fuentes oficiales.
Según dijo el portavoz del Gobierno de transición, Abdirahman Dinari, en el ataque "ha habido muchos muertos", gran cantidad de ganado y cosechas devastadas y se ha capturado a 28 islamistas después de que salieran huyendo tras el bombardeo.
La operación, que comenzó la mañana de ayer y se alargó hasta las últimas horas del mismo día, se llevó a cabo en los poblados del sur de Somalia de Elnadow, Hayow y Kudha, después de que se confirmara que miembros de Al Qaeda se ocultaban en la zona.
Estas tres áreas era donde tropas etíopes y somalís estaban persiguiendo los últimos combatientes islamistas después de que fueran expulsados de las áreas que controlaban desde junio en una operación de asalto de dos semanas.
Según la cadena estadounidense CBS, entre los blancos del ataque, lanzado por un avión AC-130, figuraban por lo menos un alto líder de Al Qaeda en África y un miembro de la organización que habría participado en los atentados de 1998 contra las embajadas de EE.UU. en Tanzania y Kenia, donde perecieron más de 250 personas.
Se cree que esos miembros de Al Qaeda también fueron responsables en 2002 de un ataque perpetrado contra un avión y turistas israelíes en Kenia.
Los presuntos miembros de Al Qaeda habían huido de Mogadiscio, tras la invasión etíope el día de Navidad y fueron detectados por naves no tripuladas cuando avanzaban hacia el sur, dijo la CBS.
Los aviones AC-130 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos cuentan con sensores especiales que detectan objetivos con artillería automática pesada y han realizado operaciones similares en Vietnam, Afganistán e Irak.
Se calcula que más de 2.000 extremistas musulmanes se encuentran escondidos en Mogadiscio y otras áreas del país desde que fueron derrocados los tribunales islámicos, que desde hacía seis meses controlaban la capital y varios puntos estratégicos del sur somalí, imponiendo un régimen integrista basado en la "sharia", o ley islámica, e intentando hacerse con el resto del territorio.