MADRID.- El juez español Juan del Olmo decretó este miércoles la prisión incondicional de dos presuntos islamistas detenidos la semana pasada en la "Operación Sello II", por su presunta vinculación con terroristas fugados tras los atentados del 11 de marzo (11-M) de 2004 en Madrid.
El magistrado de la Audiencia Nacional adoptó tal decisión a instancias del fiscal Miguel Ángel Carballo y tras tomar declaración a Samir Tahtah, detenido en la prisión del Puerto de Santa María (Cádiz) y a Kamal Ahbar, arrestado en el centro penitenciario de Teixeiro (La Coruña).
A ambos se les imputa un delito de integración o colaboración con organización terrorista en relación con los atentados cometidos contra varios trenes de cercanías de Madrid, que causaron 191 muertos.
Del Olmo ya había ordenado el ingreso en prisión de tres de los cuatro detenidos hace una semana en Cataluña por los mismos hechos: Zohaib Khadiri, Djilali Boussiri y Nasreddine Ben Laid Amri.
En cambio, decretó la prisión eludible bajo fianza de 5.000 euros para el último detenido al que tomó declaración el pasado viernes, Taha Seghrouchni, presuntamente implicado en el financiamiento de los atentados del 11-M.
Los detenidos están acusados de colaborar en la fuga de Mohamed Belhadj y Mohamed Afalah tras los atentados del 11-M y de mantener contacto con el argelino Daoud Ouhnane, otro de los terroristas vinculado con la masacre de Madrid y que también está siendo buscado.
La policía considera que Taha Seghrouchni está implicado en el financiamiento de los ataques del 11-M, mediante el ingreso de importantes cantidades de dinero en una cuenta bancaria de Ouhnane, con quien al parecer habló por teléfono en varias ocasiones antes de que se cometieran los atentados.
Las huellas de Ouhnane aparecieron en una bolsa de plástico con detonadores dentro del vehículo localizado el mismo 11-M en Alcalá de Henares (cercanías de Madrid) y en la casa de Chinchón (otra localidad de la Comunidad madrileña) donde montaron los artefactos explosivos que causaron la masacre.
Además, según la policía, Ouhnane habló con dos de los siete terroristas participantes en el 11-M que se inmolaron el 3 de abril de 2004 en un piso del barrio madrileño de Leganés, supuestamente alquilado por Belhadj.
Este islamista huyó a Barcelona junto a Mohamed Afalah, quien habría participado en mayo de 2005 en un atentado suicida en Irak.