NAIROBI.- Un despliegue rápido de una misión de Paz en Somalia es la única manera de alcanzar la estabilidad en el país, advirtió hoy EE.UU.
"Un despliegue rápido de un fuerza de Paz africana en Somalia es de vital importancia para respaldar los esfuerzos de alcanzar la estabilidad", dijo hoy el embajador estadounidense en Kenia, Michael Ranneberge, en un artículo de opinión publicado en el diario local "Daily Nation.”
"Un rápido despliegue de una fuerza de Paz africana permitirá una pronta retirada de las fuerzas etíopes sin crear una vacío en la seguridad", agregó.
Así mismo, Ranneberge acogió el compromiso ugandés de enviar 1.500 "cascos azules" a Somalia, pero urgió a otros países africanos -como Nigeria, Sudáfrica, Senegal y Benin- que hicieran lo mismo, pues ningún país africano ha respondido hasta el momento al llamamiento de una misión de paz africana, que necesitaría unos 8.000 hombres.
Continúa la inseguridad que caracteriza a Mogadiscio, desde que en 1991 el dictador Mohamed Siad Barré fuera derrocado, tras lo cual el país quedó inmerso en el caos y la anarquía.
Desde comienzos de semana han habido al menos cuatro ataques contra las fuerzas gubernamentales y sus aliados etíopes, donde han muerto más de cinco personas, según fuentes médicas.
Prioridad ONU
Ayer, el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, manifestó que las crisis en Somalia se encuentra entre una de las mayores prioridades en su agenda.
El secretario general rechazó comentar la intervención de EE.UU. y dijo que se "deben redoblar los esfuerzos políticos para llevar la estabilidad política y económica al país".
De esta manera, pidió "cautela" para evitar acciones que pongan en peligro la vida de civiles y que "deriven hacia una situación inesperada" e hizo un llamamiento a que se reanude de inmediato el proceso de negociación política.
Entre el lunes y el miércoles, las fuerzas estadounidenses lanzaron tres ofensivas contra varios poblados del sur de Somalia, primero con un avión AC-130 y luego con helicópteros de combate.
La acción estaba centrada en atacar supuestas bases de Al Qaeda donde, al parecer, estaban por lo menos tres de sus dirigentes implicados en los atentados de 1998 contra las embajadas de EEUU en Kenia y Tanzania, que provocaron más de 250 muertos, y contra un hotel en la costa keniana.
El Gobierno somalí hizo pública la noticia de la muerte de uno de dichos cabecillas, Fazul Abdullah Mohammed, la cual fue inmediatamente desmentida por EE.UU., al igual que dos de los bombardeos aéreos sobre poblados del sur del país, a pesar de que fuera confirmado por residentes de la zona y fuentes militares nacionales.
Oficialmente no se han facilitado datos sobre el número de víctimas mortales causadas por la operación de las Fuerzas Aéreas estadounidenses.
El Gobierno somalí ha hablado de "muchas personas muertas", mientras residentes de la zona y líderes tradicionales manejan cifras de por lo menos 100 víctimas mortales.
"La gente de Somalia cuenta con una oportunidad histórica para alcanzar la paz y la estabilidad -añadió en embajador-. Esta oportunidad requiere que todos los grupos en Somalia, incluido el GFT (Gobierno Federal de Transición), tomen un valiente paso para trabajar en una auténtica reconciliación".