Un policía muerto en ataque de Sendero Luminoso en el sudeste de Perú

LIMA.- Al menos un policía murió este viernes en una  emboscada de presuntos miembros de la guerrilla maoísta Sendero Luminoso contra un vehículo de vigilancia de carreteras en la región surandina de Ayacucho, informó la policía peruana.

Un segundo policía resultó ileso al lanzarse a un barranco cercano tras repeler el ataque, que se produjo hoy en la madrugada cuando los agentes realizaban labores de patrullaje en el límite de los departamentos de Ayacucho y  Huancavelica.

Los atacantes, quince aproximadamente, lanzaron granadas y dispararon armas automáticas para después apoderarse de dos fusiles de  los policías, según señalan los informes que dieron cuenta de que el vehículo  policial quedó totalmente destrozado.

Este ataque, el primero que se produce en 2007, se consumó a menos de un mes de otra emboscada de Sendero Luminoso que mató a ocho personas, entre ellos cinco policias, el 16 de diciembre en la selva de Ayacucho.

Las autoridades peruanas consideran que aún permanecen activos "grupos  remanentes" del senderismo que actúan en zonas focalizadas del país, como en  una región remota e inaccesible de Ayacucho, donde opera el "camarada Alipio", y en la selva central peruana, bajo el liderazgo del "camarada Artemio".

Esos grupos lanzan ocasionalmente ataques que cobran la vida de agentes  policiales pero no representan peligro para la seguridad del Estado, estiman  los analistas y los servicios de inteligencia.

El gobierno del Presidente Alan García envió recientemente al Congreso un proyecto de ley para aplicar la pena de muerte a los terroristas para acabar con los rezagos senderistas y terminar el proceso de pacificación.

Sin embargo, el Congreso rehazó el miércoles esa propuesta y la envió al archivo, señalando que si se aplica la pena capital Perú quedaría al margen del  sistema interamericano de defensa de derechos humanos que prohibe esa sanción.

Sendero Luminoso inició en 1980 una guerra popular que al cabo de dos  décadas dejó un balance de 70.000 muertos, según un informe de la Comisión de  la Verdad y Reconciliación. Su principal líder y fundador, Abimael Guzmán, detenido en setiembre de  1992, fue condenado en octubre a prisión perpetua. Sus principales  lugartenientes también están presos cumpliendo largas condenas por delito de terrorismo.