COCHABAMBA.- Los campesinos opositores al prefecto (gobernador) de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, que mantienen copado el centro de esta ciudad boliviana, convocaron un nuevo cabildo para el próximo martes en el que estudiarán medidas legales para lograr su renuncia.
Así lo señaló hoy el secretario general de la Federación de Cocaleros del Trópico, Julio Salazar, quien precisó que con las movilizaciones de los últimos días han conseguido “sacar legítimamente” a Reyes Villa de la región y ahora “falta sacarlo legalmente".
El prefecto opositor al gobierno de Evo Morales se encuentra en la ciudad oriental de Santa Cruz, desde donde reiteró que no tiene las “garantías necesarias” para regresar a Cochabamba y entablar allí un diálogo con los campesinos para resolver el conflicto.
"No quiero ser la causa del inicio de otra confrontación”, aclaró el gobernador a una radio local en referencia a la violencia desatada el pasado jueves en esta ciudad del centro del país, que se saldó con dos muertos y más de 200 heridos.
Agregó que quiere ser “el primero” en someterse al referendo de revocación para las autoridades que cometan irregularidades en su gestión, propuesto por Morales y, en consecuencia, instó al presidente a que elabore el proyecto de ley anunciado “esta misma semana” para pacificar la situación.
Además, Reyes Villa volvió a acusar al Ejecutivo de apoyar a los sindicatos que exigen su dimisión al decir que el Gobierno y estos sectores sociales “son la misma cosa”.
Morales justificó el sábado el alzamiento de los productores de coca de la región contra el prefecto cochabambino. "Quiero felicitar a la conciencia del movimiento campesino (..) Yo respeto la decisión de los compañeros”, dijo tras mantener una reunión en Cochabamba con dirigentes de la Federación de Cocaleros del Trópico, el sindicato que encabeza la movilización contra Reyes Villa y que el propio presidente dirige desde hace dos décadas.
Mientras, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, subrayó hoy que el prefecto está “subestimando” al movimiento campesino, que le pide la dimisión desde que anunciara su intención de convocar un nuevo referéndum sobre la autonomía en su región. Quintana dijo a los medios locales que los sindicatos han lanzado "un mensaje muy claro” para invitar al gobernador al diálogo, con el desbloqueo de las carreteras de acceso a la ciudad, que permanecían obstruidas por piquetes campesinos desde el martes pasado.
Pese a que a primeras horas del día se informó de que la ruta que une Cochabamba con Santa Cruz seguía cortada, el dirigente cocalero Salazar ratificó que todas las vías están ya libres.
No obstante, unos 8.000 campesinos se mantienen concentrados en la plaza principal de la capital cochabambina y en algunas calles adyacentes. Según Salazar, van a quedarse allí al menos hasta el martes, cuando se realice el segundo cabildo para exigir la renuncia de Reyes Villa a menos de una semana de haberse celebrado el primero.
Entretanto, la Iglesia Católica, la Asamblea de Derechos Humanos y el Defensor del Pueblo siguieron con su labor de mediación para intentar instaurar un diálogo entre el prefecto y sus opositores, que hasta el momento está lejos de poder concretarse.
