HOUSTON.- Un camionero jamaiquino fue condenado hoy a cadena perpetua por su participación en la muerte de 19 inmigrantes indocumentados, que fallecieron sofocados a causa del calor en el interior de su remolque.
El jurado federal deliberó durante cinco horas y media antes de condenar a Tyrone Williams, de 35 años, a cadena perpetua sin posibilidad de recibir la libertad condicional. El jurado podría haberle condenado a muerte o a una pena carcelaria determinada por el juez.
Williams abandonó el remolque en una parada de camiones cercana a Victoria, en Texas, a unos 160 kilómetros al sudoeste de Houston.
Varios familiares de Williams, incluyendo su madre y su padre, pidieron al jurado que le perdonara la vida, durante la fase punitiva del proceso.
En el vehículo había inmigrantes de México, Honduras, El Salvador y República Dominicana. Fue el más letal intento de contrabando humano a Estados Unidos.
Williams abandonó en 2003 a los inmigrantes encerrados en el remolque de su camión.
El jamaiquino fue declarado culpable el mes pasado de 58 cargos de asociación delictiva, así como de albergar y transportar a inmigrantes indocumentados.
Williams fue condenado a perpetua por cada una de las 19 muertes de inmigrantes. El juez Lee Rosenthal sentenciará a Williams el 23 de agosto por el transporte de otros 38 indocumentados y por asociación ilícita, cargo este último que también conlleva una condena a perpetua.
Williams inclinó la cabeza durante la lectura del veredicto. Su abogado, Craig Washington, lloró y se secó los ojos con un pañuelo.
El fiscal Daniel Rodríguez asistió con aire adusto a las declaraciones a la prensa de su jefe, el fiscal federal Don DeGabrielle.
"Hicimos todo lo posible para imponer una sentencia de muerte. Diecinueve sentencias a perpetua no es para sentirse decepcionados", dijo DeGabrielle. "Un ser humano tuvo la posibilidad de liberar a esa gente. Ese fue Tyrone Williams".
Más de 70 inmigrantes indocumentados viajaban apiñados en el camión remolque que conducía Williams del sur de Texas a Houston. El remolque carecía de ventilación. Cuando algunos comenzaron a morir, Williams abandonó el remolque.
Williams, que vivía en Schenectady, Nueva York, es una de 14 personas acusadas en el caso, pero el único para quien la fiscalía solicitó el castigo máximo.
Los abogados de la defensa dijeron que Williams nunca tuvo intención de causar la muerte de los inmigrantes.
Los fiscales consideraron que el jamaiquino merecía la pena capital porque sabía que los inmigrantes estaban muriendo y no los ayudó.
Fue la segunda vez que Williams fue juzgado por la muerte de los indocumentados.
En 2005, un jurado encontró culpable a Williams de 38 cargos de transporte ilegal de indocumentados, pero logró evadir la pena de muerte porque el jurado no pudo concordar en su papel dentro del intento de contrabando de seres humanos. El jurado quedó además empantanado en las otras 20 acusaciones.
El Quinto Tribunal del Circuito de Apelaciones rechazó el veredicto, indicando que el jurado no logró especificar su cometido en el delito.