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Inglaterra: Anglicanos tampoco quieren que homosexuales adopten niños

La iglesia anglicana apoya a los católicos que se oponen a una ley que prohíbe discriminar a las parejas homosexuales que desean adoptar menores.

24 de Enero de 2007 | 05:41 | EFE

LONDRES.- La Iglesia anglicana apoya a la jerarquía católica del Reino Unido en su pulso con el Gobierno laborista en torno a una ley que prohíbe discriminar a las parejas homosexuales que desean adoptar a un niño, según una carta filtrada a la prensa británica.

Los arzobispos de Canterbury y York se han solidarizado con el primado católico, el cardenal Murphy O’Connor, después de que éste escribiera una carta a todos los miembros del Gobierno laborista explicando que la Iglesia católica no puede admitir que se obligue a las agencias de adopción católicas a aceptar a las parejas homosexuales.

O’Connor advirtió a los ministros que las doce agencias católicas de adopción tendrían que cerrar si se las forzase a cumplir, en contra de la conciencia de sus responsables, la nueva ley de igualdad, que debe entrar en vigor el próximo abril.

A su vez, el primado anglicano y arzobispo de Canterbury , Rowan Williams, y su colega de York, John Sentamu, de origen ugandés, señalan en su carta de solidaridad, filtrada al diario "The Times", que "los derechos de conciencia ( del individuo) no pueden estar sometidos a una determinada legislación".

Los dos prelados advierten del peligro de que termine creándose "un clima en el que algunos puedan argumentar, por ejemplo, que ciertos miembros del Gobierno no están capacitados para ejercer un cargo público por su simple filiación religiosa".

Según esos dos hombres de iglesia, "muchos que trabajan como voluntarios están dedicados al servicio público obedeciendo al dictado de sus conciencias".

La intervención de los dos jerarcas anglicanos supone nuevas presiones sobre el Gobierno de Tony Blair en un asunto extremadamente delicado.

Si Blair cede ante esas presiones, se expone a acusaciones por parte de los grupos de presión homosexuales y de muchos miembros de su propio Gobierno de que es una "marioneta del Vaticano", señala "The Times".

Por el contrario, si apoya a los grupos homosexuales y a sus propios correligionarios, mayoritariamente favorables a que la ley se aplique a todo el mundo, se arriesga a perder el apoyo de miles de votantes católicos.

La ministra de la Igualdad del Gobierno laborista, Ruth Kelly, católica y miembro del Opus Dei, es el miembro del gabinete que más está batallando por lograr para las agencias de adopción de la Iglesia una exención de la Ley de Igualdad del 2006, que entrará en vigor el próximo abril.

Por el contrario, otros ministros y dirigentes del partido están en contra, entre ellos, el líder de los Comunes, Jack Straw; la ministra de Cultura, Tessa Jowell; el responsable para Irlanda del Norte, Peter Hain; y el de Medio Ambiente y Asuntos Rurales, David Miliband.

Quienes defienden la ley argumentan que las agencias de adopción, que cumplen un servicio público y se benefician como tales del apoyo estatal, deben acatar las leyes como las demás.

Según esos grupos, el Gobierno no puede aceptar en ningún caso el chantaje de los católicos y ceder como hizo ya en el tema de las escuelas confesionales, a las que no logró obligar el año pasado a que reservasen un 25 por ciento de sus plazas para niños de otra fe religiosa.

Se cree que Blair, anglicano de religión aunque casado con una católica, y muy próximo a ésta última iglesia, simpatiza, sin embargo, con la posición de los obispos y está a favor de llegar a algún compromiso.

Según el diario "The Independent", algunos miembros del Gobierno han culpado en privado a la esposa de Blair, Cherie Blair, de la división existente dentro del Gabinete en torno a ese asunto.

La esposa del Primer Ministro es una católica comprometida y han circulado incluso rumores de que el propio Tony Blair podría convertirse al catolicismo cuando deje el número 10 de Downing Street .

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