NUEVA YORK .- La Asamblea General de la ONU adoptó ayer unánimemente una resolución que condena sin reservas cualquier negación del Holocausto.
En la resolución propuesta por Estados Unidos y apadrinada por más de 100 países, la Asamblea General "condena sin reservas toda negación del Holocausto".
La resolución fue adoptada por consenso, es decir sin votar, indicó la Presidenta de la Asamblea General, Haya Rashed Al Khalifa.
En sus párrafos preliminares, el texto señala el peligro "de los esfuerzos que buscan negar el Holocausto que, al ignorar la historicidad de estos terribles acontecimientos, aumentan el riesgo de que se reproduzcan".
Varios diplomáticos destacaron que esta resolución, que no menciona ningún país en particular, se inspira en la conducta de Irán, algunos de cuyos dirigentes, en particular el Presidente Mahmud Ahmadinejad, han negado el Holocausto.
El martes Ahmadinejad volvió a calificar el Holocausto de "fabricación", señalando una vez más que Israel iba a "caer en pedazos".
El gobierno iraní fue objeto de una nueva ola de condenas internacionales al organizar en diciembre en Teherán una "conferencia" sobre el Holocausto que terminó siendo una tribuna para los revisionistas de muchos países.
El embajador de Israel en la ONU, Dan Gillerman, criticó enérgicamente a Irán en un discurso de sesión.
"Mientras las naciones del mundo están reunidas acá para afirmar la historicidad del Holocausto con la intención de no permitir jamás un nuevo genocidio, un miembro de esta Asamblea adquiere los medios para cometer uno", dijo en referencia al programa nuclear iraní.
El delegado iraní, Hosein Gharabi, afirmó que Teherán había condenado en varias ocasiones "todo genocidio, cualquiera que sea", acusando a Israel de cometer uno contra los palestinos. También acusó a los autores de la resolución de perseguir “objetivos políticos” contra Irán.
"El Holocausto ha sido una de las catástrofes morales más trágicas de la historia de la humanidad. Aquellos que la niegan revelan no sólo su ignorancia, sino también su decadencia moral", respondió el embajador interino de EEUU, Alejandro Wolff.