BAGDAD.- El primo de Saddam Hussein admitió hoy, durante su juicio por genocidio, que había ordenado destruir los pueblos kurdos en la campaña "Anfal" de 1988, pero insistió en que fue lo correcto y que no tenía que disculparse.
Ali Hassan al-Majeed, conocido como "Químico Ali", está en juicio junto a otros cinco ex funcionarios del partido Baath por sus roles en la campaña militar Anfal (Botín de Guerra) de 1988.
A principios de enero dijo a la corte que había ordenado a las tropas que ejecutaran a quienes ignoraran las órdenes del gobierno de abandonar pueblos, y el domingo reiteró que fue uno de los responsables de dar las órdenes de destruir pueblos y expulsar a sus habitantes.
Argumentó, sin embargo, que fue una campaña militar legítima porque las guerrillas kurdas en el norte de Kurdistán se habían aliado con Irán durante la última etapa de la guerra entre Irak e Irán.
"Todas las órdenes de reubicar a las personas fueron mis decisiones", dijo Majeed a la corte después de que los fiscales presentaron más de 20 documentos que detallaban como las aldeas fueron destruidas y se expulsaba a la fuerza a las personas de sus casas, a veces separando a niños de sus familias.
"Las órdenes fueron dadas cuando la región estaba llena de agentes iraníes. Teníamos que aislar a estos saboteadores. Sabíamos que Irán había tomado gran parte de nuestra tierra (...) un territorio casi del tamaño de Líbano", dijo Majeed.
Majeed es considerado el primer impulsor de la campaña en la que según los fiscales murieron 180.000 personas, muchas de ellas asfixiadas con gases.
Saddam Hussein, que también fue enjuiciado, fue ejecutado a fines de diciembre luego de ser condenado en otro juicio.
Durante la campaña Anfal, miles de pueblos declarados "áreas prohibidas" fueron arrasados y bombardeados como parte de una operación de destrucción total.
Miles de pobladores fueron forzados a abandonar su lugar. Majeed no respondió directamente una pregunta del juez referida a porqué algunos de los ataques de Anfal fueron registrados después de un cese del fuego entre Irán e Irak el 8 de agosto de 1988.
"Teníamos que ser muy cuidadosos con los iraníes. Ustedes saben históricamente lo que hicieron con Irak", dijo." No me estoy defendiendo", afirmó. "No estoy pidiendo perdón. No cometí (ningún) error", agregó.