OAXACA, México.— Miles de manifestantes marcharon hoy por el centro histórico de la ciudad sureña de Oaxaca, demuestrando que continúa con vida un movimiento iniciado hace ocho meses para derrocar al gobernador de la entidad, a pesar de cientos de arrestos.
Pintando en los muros leyendas acusado al gobernador Ulises Ruiz de ser un "asesino" y ondeando banderas en demanda de la libertad de "presos políticos", los manifestantes pasaron ante miles de policías con equipo antimotines que vigilaban la plaza central de la ciudad.
Por el momento, no hay informes sobre arrestos o enfrentamientos.
Los manifestantes, entre los que se encontraban profesores, sindicalistas y sectores indígenas y de izquierda, demandan la renuncia de Ruiz, a quien acusan de manipular las elecciones estatales de 2004 a su favor y enviar a grupos armados en contra de los disidentes.