LA PAZ.- Once heridos, nueve civiles y dos policías, dejó un intento de la población por tomar una planta que distribuye gas hacia Brasil, en la localidad boliviana de Camiri, en la provincia de Santa Cruz, informó el Gobierno y líderes civiles.
Según indicó el ministro del Interior, Alfredo Rada, a las 05.00 horas locales (09.00 GMT) de hoy las instalaciones fueron retomadas por fuerzas combinadas del Ejército y la Policía y, por espacio de varias horas, se registraron refriegas con los civiles que hostigaron a los uniformados.
Denunció que los manifestantes hicieron explotar dinamita para ingresar por la fuerza a la planta distribuidora de gas y que surgió el riesgo de que la onda expansiva destruyera los ductos que estaban con combustibles, hecho que motivó que los uniformados utilizaran material químico y armas no letales antidisturbios.
La autoridad añadió que se ordenó la movilización de tropas combinadas de la Policía y el Ejército porque no se podía permitir que se suspendiera el suministro de gasolina y gas, tanto localmente como al exterior del país.
Rada informó que dos policías resultaron heridos, al ser agredidos con piedras y palos por los manifestatantes.
En tanto, el portavoz de Gobierno, Álex Contreras, negó el uso de armas de fuego contra los civiles, que piden para la región una planta industrializadora de gas y la sede de una de las cuatro vicepresidencias de la estatal petrolera YPFB.
Una comisión del poder Ejecutivo, encabezada por el ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas, busca dialogar en Camiri, nexo vital del comercio de Santa Cruz con el norte argentino y que reclama beneficios de la política hidrocarburífera oficial para toda la región del Chaco, el más rico reservorio de gas en Bolivia, colindante con Argentina, Paraguay y Brasil.
Orgaz aseguró que todavía no existen condiciones de diálogo, porque los ministros quieren celebrarlo en un cuartel del Ejército en el poblado, por temor a ser agredidos, pero los lugareños exigen que el encuentro sea en las instalaciones del Comité Cívico, cabeza de las manifestaciones.
Camiri, de unos 30.000 habitantes, comenzó a protestar el lunes pasado con un paro civil que cortó el tránsito entre Santa Cruz y el norte argentino y en la noche del viernes tomaron por la fuerza la planta distribuidora de gas de la empresa Transredes, administrada por la holandesa Shell.