LA MECA, Arabia Saudita.- El presidente palestino, Mahmoud Abbas, y sus rivales de Hamas iniciaron el miércoles conversaciones en La Meca para poner fin a los sangrientos combates entre ambos grupos, antes de reanudar las negociaciones de paz con Israel.
El embajador palestino en Arabia Saudita, Jamal al-Shobaki, dijo que las conversaciones entre Abbas y los dirigentes de Hamas Khaled Meshaal e Ismail Haniyeh, primer ministro palestino, comenzarán hacia las 1000 GMT en la ciudad sagrada de La Meca.
Arabia Saudita, que juega un papel no oficial de mediador, espera que el lugar de la reunión, un hotel con vista a la Gran Mezquita, el sitio más sagrado del islam, inspire a ambos para enterrar sus diferencias."Esperamos que las conversaciones den buenos resultados", indicó Shobaki, quien añadió que son abiertas y que podrían extenderse hasta el jueves.
Añadiendo aún más sentido de la urgencia, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, anunció el martes que el 19 de febrero celebrará una reunión con Abbas y la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, en una apuesta "significativa" para reanudar el estancado proceso de paz.
El portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, dijo en Washington que Rice "está convencida de que en la región existen los fundamentos para hacer progresos, para aprovechar una apertura e intentar acercar a las partes".
El movimiento Fatah de Abbas y el grupo islámico Hamas, que ganó las elecciones parlamentarias del año pasado, han estado inmersos en una batalla de poder que llevó a un aumento de la violencia y dejó más de 90 muertos desde diciembre.
Los intentos anteriores de acabar con el derramamiento de sangre y encontrar un terreno político común terminaron en breves ceses del fuego y una amenaza de Abbas de convocar a nuevas elecciones parlamentarias, una medida que Hamas calificó como un intento de golpe de Estado.
Israel y su aliado Estados Unidos no quieren que Abbas acuerde la formación de un gobierno de unidad nacional con Hamas a no ser que el movimiento islámico acepte las condiciones occidentales de reconocer al Estado judío, aceptar los acuerdos de paz anteriores y renunciar a la violencia.