JERUSALÉN.- Los ejércitos de Israel y del Líbano protagonizaron esta noche un breve intercambio de fuego en la zona fronteriza por primera vez desde el final de la guerra del pasado verano, informaron fuentes militares.
Los hechos ocurrieron cerca de la media noche hora local en una zona al norte de la cooperativa agrícola de Avivim, en la que soldados de infantería y fuerzas blindadas israelíes llevaban a cabo una operación para alisar un terreno fronterizo que se halla entre la Línea Azul y la cerca electrónica levantada por Israel en 2000.
La Línea Azul es la frontera internacional que la ONU delimitó entre Israel y el Líbano cuando en mayo de 2000 el Ejército israelí se retiró del sur libanés tras 18 años de ocupación.
Fuentes castrenses israelíes aseguraron esta noche que “los soldados israelíes no cruzaron la Línea Azul” y que en todo momento estuvieron en territorio israelí. Se trata de una zona militar de unos 60 metros de ancho en la que una patrulla israelí encontró hace dos días cuatro artefactos explosivos listos para detonar, y de cuya colocación acusó a la guerrilla chiíta libanesa de Hizbulá.
Esta noche, una fuerza israelí alisaba la zona y arrancaba matorrales a fin de detectar en el futuro a posibles atacantes. "El objetivo de la operación es asegurarnos que ningún otro explosivo es colocado en la zona y hacer más difícil a la organización terrorista Hizbulá colocar nuevos artefactos en la zona,” informó el Ejército israelí en un comunicado antes de la operación.
"Más aún, la operación subraya la soberanía israelí a lo largo de la frontera internacional e incrementa la eficacia de las operaciones en la zona fronteriza”, se agrega en la nota.
Fuentes militares israelíes informaron de que soldados libaneses efectuaron a sus fuerzas una ráfaga de advertencia, a pesar de que se hallaban al sur de la frontera. Tras esa primera ráfaga, el Ejército israelí advirtió a la Fuerza Interina de la ONU para el Líbano (FINUL) de que si volvían a repetirse los disparos, sus fuerzas en la zona responderían.
Desde el final de la guerra del pasado verano, un oficial de la FINUL está permanentemente destinado en la Comandancia Norte del Ejército israelí como oficial de enlace con el libanés y las fuerzas internacionales en el sur del Líbano, a fin de evitar una escalada.
El pasado verano Israel e Hizbulá libraron una guerra de 34 días que costó la vida a más de un millar de libaneses y 150 israelíes, y que concluyó con un alto el fuego gestado por la ONU que contemplaba el despliegue del Ejército libanés a lo largo de la frontera por primera vez en dos décadas.
Según la fuente, después de la advertencia, los soldados libaneses dispararon una segunda ráfaga, tras lo cual un tanque del Ejército israelí disparó al menos dos proyectiles de artillería contra la posición libanesa, desencadenando un breve tiroteo.
Altos mandos israelíes aseguraron que “Israel no tiene intención de provocar una escalada” y que “el bombardeo de la posición del Ejército libanés ha sido en respuesta a un ataque previo".
No obstante, fuentes israelíes y libanesas han informado que no se han registrado víctimas en ninguno de los bandos a consecuencia de los disparos. Después del incidente el ministro israelí de Defensa, Amir Peretz, habló por teléfono con el aún comandante en jefe del Ejército israelí, general Dan Halutz, quien le puso al tanto de la situación.
Peretz dijo hoy en un acto público que Israel “está comprometido con el alto el fuego (del 14 de agosto) pero a la vez tenemos el derecho de proteger a los ciudadanos del Estado de Israel y lo haremos enérgicamente sin ningún compromiso”.
El titular israelí de Defensa también acusó a Siria de violar la resolución 1701 de la ONU que prohíbe la transferencia de armas a Hizbulá, y de abrir su territorio al trasvase de cohetes antitanque y munición para la guerrilla. "Bajo ninguna circunstancia podemos ignorar la transferencia de armas y municiones a Hizbulá”, declaró en ese sentido el ministro israelí.