Al menos 35 heridos en enfrentamientos en la Explanada de las Mezquitas.
AFPJERUSALÉN.- La policía israelí aseguró que "controla plenamente la situación" en la Explanada de las Mezquitas donde, tras la oración del viernes, se han registrado disturbios protagonizados por musulmanes que protestan por las obras que Israel realiza en la zona.
El portavoz policial Mickey Rosenfeld informó de que los agentes "controlan totalmente" la Explanada y las calles aledañas y que así se pueden "prevenir" nuevos choques, aunque todavía se oyen disparos procedentes de los disturbios.
Hasta el momento, no se ha confirmado que el centenar de personas que permanecen en el interior de la Explanada hayan aceptado salir de la zona. Al menos 17 policías y 15 manifestantes sufrieron hoy heridas leves durante los enfrentamientos.
Según Rosenfeld, la policía usó "gases lacrimógenos y bombas de ruido" pero "no se está utilizando munición liviana". Un funcionario de la Media Luna Roja, Sami Farjad, dijo sin embargo que ha visto a personas con heridas que podrían haber sido causadas por balas recubiertas de goma.
El jefe de la policía, Moshe Kaplinski, explicó a la prensa que los agentes entraron en la Explanada después de que desde ese lugar les tiraran piedras "de forma masiva" así como bombas Molotov.
El área donde se levanta el Muro de los Lamentos, cercana a la Explanada, fue evacuada.
Unas 6.000 personas -muchas menos de las decenas de miles que tienen cabida en el lugar, debido a que la Explanada está cerrada estos días a los varones menores de 45 años- asistieron hoy a los rezos. Entre los que permanecen dentro hay, según medios israelíes, un diputado palestino-israelí que negocia la retirada.
En el exterior, jóvenes que no pudieron entrar en la Explanada siguieron una plegaria en la calle y también allí los participantes atacaron a la policía con botellas y piedras.
Los principales choques se han producido cerca de la Puerta de los Leones, la entrada a la ciudad vieja más cercana a la Explanada de las Mezquitas.
Razones de las protestas
Lo que ha provocado las protestas son unas excavaciones para sentar las bases de la rampa que conduce a la denominada "Puerta de los Mugrabís", aledaña a la mezquita de Al Aqsa, el tercer lugar más sagrado del Islam.
Esto ha suscitado las más agrias críticas por parte de los musulmanes en todo el mundo, y sobre todo de Israel por creer que con esta medida las autoridades israelíes pretenden de forma velada destruir las mezquitas o dañar uno de sus principales accesos.
El Primer Ministro israelí, Ehud Olmert, decidió ayer que las obras continuaran pese a las protestas y a los temores de que la medida incrementara la violencia.
Las excavaciones fueron aprobadas hace dos semanas como el paso previo para reemplazar la actual rampa por la que se accede al recinto donde se emplazan las mezquitas, conocido por los hebreos como Monte del Templo, y donde los judíos observantes creen que se establecerá el tercer templo tras la llegada del mesías.
Y es que un terremoto hizo que la pared de tierra que sostenía la rampa se derrumbara hace tres años, por lo que, según las autoridades, urgía cambiar el estado del actual precario acceso de madera.