JERUSALÉN.- El jefe de la Policía del distrito de Jerusalén, Ilán Franco, afirmó hoy que la decisión de las fuerzas de seguridad de "penetrar en el Monte del Templo (Explanada de las Mezquitas para los musulmanes) fue difícil y compleja pero justificada".
Agregó que la "Policía ha estado en estado de máxima alerta durante toda a semana y que reforzó las restricciones por cuestiones de edad para acceder al recinto desde el domingo. Sabíamos que los sucesos de hoy habían sido planeados y que pondrían a prueba a nuestras fuerzas".
Pese a que fuentes policiales han informado de que los disturbios registrados hoy en la Explanada de las Mezquitas tras los rezos del mediodía habían llegado a su fin, de tanto en tanto podían oírse esta tarde estallidos procedentes de la Ciudad Vieja.
Unas 6.000 personas -muchas menos de las decenas de miles que tienen cabida en el lugar, debido a que la Explanada está cerrada estos días a los varones menores de 45 años- asistieron hoy a los rezos de la jornada del viernes, el día sagrado para el Islam.
En el exterior, jóvenes que no pudieron entrar en la Explanada siguieron una plegaria en la calle y también allí los participantes atacaron a la policía con botellas y piedras.
Los principales choques se han producido cerca de la Puerta de los Leones, la entrada a la Ciudad Vieja más cercana a la Explanada de las Mezquitas.
Heridos y arrestados
Según distintas fuentes, al menos 15 agentes de policía y 19 fieles musulmanes y manifestantes resultaron heridos en los enfrentamientos, mientras que al menos 17 palestinos fueron arrestados por las fuerzas israelíes.
Lo que ha provocado las protestas son unas excavaciones para sentar las bases de la rampa que conduce a la denominada "Puerta de los Mugrabís", aledaña a la mezquita de Al Aqsa, el tercer lugar más sagrado del Islám tras La Meca y Medina.
Esto ha suscitado las más agrias críticas por parte de los musulmanes en todo el mundo, y sobre todo de Israel, por creer que con esta medida las autoridades israelíes pretenden de forma velada destruir las mezquitas o dañar uno de sus principales accesos.
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, decidió ayer, jueves, que las obras continuarán pese a las protestas y a los temores de que la medida incremente la violencia.
Las excavaciones fueron aprobadas hace dos semanas como el paso previo para reemplazar la actual rampa por la que se accede al recinto donde se emplazan las mezquitas, conocido por los hebreos como Monte del Templo, y donde los judíos observantes creen que se establecerá el tercer templo tras la llegada del Mesías.
Hace tres años un terremoto hizo que la pared de tierra que sostenía la rampa se derrumbara, por lo que, según las autoridades, urgía cambiar el estado del precario acceso de madera actual.