WASHINGTON.- Los comentarios efectuados el sábado por el Presidente ruso, Vladimir Putin, quien acusó a Washington de ignorar el derecho internacional y querer imponer su voluntad en el mundo, siguen causando revuelo en Estados Unidos, que busca explicaciones a las críticas del Mandatario.
La letanía de acusaciones pronunciadas en el marco de la Conferencia Internacional de Seguridad, que se clausuró hoy en Múnich, Alemania, y a la que asistieron más de 250 jefes de gobierno, ministros y expertos de 40 países busca, según algunos, sacar partido a los momentos bajos por los que atraviesa el actual Gobierno del país del norte.
Ésa es una de las teorías que baraja el diario "Los Ángeles Times". Los analistas consultados por el periódico californiano dijeron que las observaciones de Putin parecen querer aprovecharse del efecto debilitador que la guerra en Irak y el bajo respaldo popular han tenido sobre el gobierno del presidente George W. Bush.
Por su parte, Stephen Sestanovich, ex diplomático y experto en la antigua Unión Soviética, señaló al rotativo que "la mayoría de los estadounidenses no se da cuenta de lo caldeados y agitados que son los debates en Rusia sobre su relación con Occidente".
"Estamos cansados de la hegemonía estadounidense, cansados de que nos traten como una ex superpotencia y nos pisoteen y estamos de vuelta y volvemos enfadados", indicó el experto en referencia al conflicto de fondo que subyace tras las explosivas declaraciones de Putin.
El dirigente ruso arremetió contra EE.UU. porque, según él, el país "ha sobrepasado sus fronteras nacionales en todos los sentidos" y está impulsando una nueva carrera armamentística global.
Con sus palabras Putin se vengaría, según distintas fuentes, de los golpes que ha recibido en el pasado, al ser acusado por Washington de tener un pobre historial en derechos humanos.
"The Washington Post" señala que varios diplomáticos europeos declararon al diario, bajo condición de anonimato, que el ataque de Putin a EE.UU. es una medida preventiva para desviar la atención de las críticas a Rusia en las capitales de Europa.