WASHINGTON.- La pacificación de Bagdad, donde existe una "limpieza étnica", llevará tiempo, afirmó hoy el Presidente estadounidense George W. Bush, en momentos en que se debate en Washington su estrategia para Irak.
"La operación para pacificar Bagdad va a tomar tiempo y habrá violencia", declaró Bush durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca.
"La cuestión fundamental es saber si podemos ayudar a este gobierno (iraquí) a disponer de servicios de seguridad suficientes para garantizar que se ponga fin a la limpieza étnica que ha tenido lugar en algunos barrios", precisó.
Bush también admitió que desconocía si los dirigentes iraníes eran directamente responsables de la entrega de armas poderosas a insurgentes en Irak.
"Lo que sabemos, es que las fuerzas de Qods (unidad de élite del Ejército iraní) han desempeñado un papel destacado en el suministro de estos explosivos mortales a las redes en el interior de Irak", dijo. "Sabemos también que las fuerzas de Qods forman parte del gobierno iraní", afirmó.
"Pero lo que no sabemos es si los dirigentes que están al frente de Irán dieron la orden a las fuerzas Qods de hacer lo que hicieron", añadió, preguntándose en voz alta: "¿Qué será peor: que el gobierno iraní esté al corriente o que no lo esté?".
También rechazó una vez más la apertura de negociaciones bilaterales directas con Irán. "La gente dice: '¡Reúnanse! y yo contesto: sólo si da resultado", dijo. "Pero no creo que (esa gestión) pueda tener éxito por el momento", afirmó.
Diálogo intenso
El Presidente estadounidense organizó esta conferencia de prensa coincidiendo con el segundo día de una semana de debates parlamentarios sobre la guerra de Irak que tiene previsto desautorizar la nueva estrategia del gobierno de Bush para Irak, anunciada en enero.
Según Bush, existe una contradicción entre este debate y el apoyo unánime concedido hace dos semanas en el Senado al nombramiento del nuevo comandante para las fuerzas en Irak, general David Petraeus.
"La Cámara (de Representantes) debate una resolución que desautorizaría el plan que el general Petraeus está aplicando", dijo, acusando a los parlamentarios de querer sacar conclusiones sobre la nueva estrategia "antes de que tenga posibilidades de funcionar".
En cambio, la mayoría demócrata del Congreso está convencida de que "la votación del viernes mostrará que la Cámara (de Representantes) sí escuchó (el mensaje) del pueblo estadounidense (enviado durante las elecciones de noviembre) de que no quiere que se dé carta blanca al Presidente Bush sobre Irak", estimó la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ayer durante la apertura del debate.
La Cámara prevé aprobar el viernes una resolución no vinculante que estipule que "el Congreso desaprueba la decisión del Presidente George W. Bush anunciada el 10 enero de 2007 de desplegar más de 20.000 militares de combate suplementarios en Irak". El Senado podría realizar una votación del mismo tipo dentro de unos quince días.
De todas maneras, la Casa Blanca ha reiterado en varias ocasiones que no se sentirá obligada por ese texto porque el Presidente está habilitado para tomar decisiones referentes a Irak.
Sus aliados republicanos en el Congreso han desafiado a los demócratas a presentar un plan alternativo y han calificado el debate como un primer paso para cortar en el futuro la financiación de la guerra.
Por ahora el estado mayor demócrata se limita a prometer que "no habrá supresión de fondos para las tropas sobre el terreno".Y es que la oposición al Presidente está profundamente dividida sobre la conveniencia de suprimir el presupuesto de la guerra y otro tanto ocurre entre los republicanos, cada vez más escépticos.