MEXICO.- El secretario del Departamento de Seguridad Interna, Michael Chertoff, dijo el viernes que México y Estados Unidos deben garantizar la seguridad de su frontera común antes de que el Congreso apruebe un nuevo acuerdo de inmigración.
Chertoff reconoció que la insistencia en la seguridad somete a una "horrible presión a la Patrulla Fronteriza", pero advirtió que los estadounidenses deben quedar convencidos que la frontera es segura antes de admitir legalmente a más inmigrantes en Estados Unidos.
Desde hace años México presiona al Presidente George W. Bush para que reforme la ley de inmigración y firme un nuevo tratado sobre la materia con su vecino meridional, una especie de programa de trabajadores invitados, que permitiría a los mexicanos afincados ilegalmente en Estados Unidos obtener visados temporales de trabajo, pero el Congreso se ha opuesto a la idea.
Como alternativa, los legisladores se han inclinado por construir una valla de seguridad en la frontera de Estados Unidos con México y reforzar las medidas de seguridad.
Chertoff ensalzó al Presidente mexicano Felipe Calderón por haber extraditado a Estados Unidos a cuatro narcotraficantes mexicanos en enero y por encabezar una campaña federal para desarticular y recuperar los bolsones de contrabando de los narcotraficantes.
La detención de varios destacados narcotraficantes durante el mandato de su predecesor Vicente Fox dio pie a una cruenta batalla entre los narcotraficantes, que decapitaron a varios de sus adversarios y desafiaron a las autoridades.
Chertoff reconoció que las gestiones de Calderón para poner fin a esa violencia beneficiarán a los vecinos de ambos lados de la frontera. Agregó estar impresionado con el "vigor y, francamente, el coraje del presidente Calderón" y agregó que el mandatario mexicano ha dado "un paso enorme hacia la ley y el orden".
Chertoff insistió además que Estados Unidos y México debe asegurarse de que su infraestructura energética esté protegida tras la amenaza aparecida en la internet de una facción terrorista saudí afiliada con Al-Qaeda y que pidió que sean atacadas las instalaciones petroleras de países que exportan crudo a Estados Unidos, principalmente México, Canadá y Venezuela.
Al-Qaeda de la península arábica dijo en su revista mensual de la internet que "interrumpir el suministro de crudo a Estados Unidos, o por lo menos reducirlo, contribuiría a terminar la ocupación estadounidense en Irak y Afganistán".
El grupo agregó que formuló la declaración como parte de la política manifestada por Osama bin Laden.