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Santiago: Jueves 21 de noviembre del 2024 | Actualizado 14:29
LA PAZ.- La famosa "entrada" de la ciudad minera de Oruro marcará el sábado el hito mayor del prolongado festejo de carnaval en Bolivia, este año tan masivo como siempre pese a que el país sufre las peores inundaciones en un cuarto de siglo.
La divulgación de un balance oficial de al menos 35 muertos, seis desaparecidos y más de 250.000 damnificados no parecía afectar al ánimo de bailarines y músicos, que en muchos casos se prepararon durante tres meses para participar en los variados festejos carnavaleros.
Un amenazante pronóstico de más lluvias tampoco preocupaba a unos 20.000 bailarines que completaban el viernes la preparación de la "entrada" del carnaval de Oruro, desfile folclórico de más de 15 horas constituido en uno de los mayores atractivos turísticos de Bolivia.
La "entrada" del sábado tendrá como danza principal a la diablada, una representación de la eterna lucha entre el bien y el mal, en la que se mezclan creencias católicas e indígenas.
El carnaval boliviano, con gran variedad de celebraciones en las regiones de montañas, valles y llanos tropicales, comenzó en realidad el jueves con el festejo del "día de comadres" y seguía el viernes con celebraciones en oficinas públicas y empresas, para las que el gobierno decretó feriado de media jornada.
Los feriados oficiales de carnaval se prolongarán hasta el martes 20, pero el festejo culminará varios días después, el 25, "domingo de tentación".
Gobierno sin carnaval
El Presidente Evo Morales ordenó el viernes una movilización general de su gabinete ministerial y de las fuerzas armadas, para atender los desastres naturales durante las fiestas.
En lugar de carnaval, los 16 ministros dirigirán durante los próximos cuatro días la atención a los damnificados y la reparación de daños causados por el fenómeno climático "El Niño" y que afectan a ocho de los nueve departamentos del país, anunció el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.
"Los desastres superan todas las previsiones y por eso, por orden del Presidente, tenemos a todo el gabinete movilizado, en estado de emergencia junto con las fuerzas armadas", dijo Quintana al término de una reunión de Morales y sus ministros dedicada exclusivamente a considerar los desastres.
Quintana informó también que el gabinete aprobó la compra de por lo menos dos helicópteros para los servicios de defensa civil y el desembolso extraordinario de 15 millones de dólares, que se sumarán a recursos movilizados previamente y a una variada cooperación internacional.
El director de Defensa Civil, general Gonzalo Lora, dijo que la mitad de las personas afectadas por riadas e inundaciones eran residentes del distrito oriental de Santa Cruz y que se esperaba un "gran incremento" de damnificados en el departamento amazónico de Beni, donde concluye la mayoría de los ríos bolivianos.
La Asociación de Productores de Oleaginosas informó por separado que estaban bajo las aguas casi 200.000 hectáreas de cultivos de soya, o la quinta parte de la superficie sembrada con ese producto estrella de las exportaciones agrícolas del país.
La actual ola de lluvias por encima de lo normal en Bolivia comenzó en diciembre y se prolongará hasta marzo, dijo el general Lora.
