WASHINGTON.- Los detractores demócratas de la guerra de Irak esperan que la votación en la Cámara de Representantes contra esa campaña bélica produzca frutos en el Senado el sábado.
Empero, los senadores republicanos insistieron en una alternativa que rechaza cualquier reducción de fondos para esas fuerzas, lo que hace improbable que los demócratas se impongan en la votación.
"Los estadounidenses se merecen conocer si su senador respalda al presidente y su plan de ampliar nuestro compromiso militar en Irak, o con la mayoría abrumadora de los estadounidenses que se oponen a la escalada", dijo el viernes el líder de la mayoría demócrata Harry Reid.
Antes de la sesión del Senado, la secretaria de Estado Condoleezza Rice visitó el sábado Bagdad para ser informada sobre el terreno de la nueva campaña de seguridad en la capital y otras zonas del país.
"Si las milicias deciden deponer las armas y dejar de matar a iraquíes inocentes ... no puede ser algo malo", dijo Rice. "Empero, lo realmente importante es cómo utilizan los iraquíes esta tregua", agregó la secretaria.
La Cámara aprobó el viernes por 246 182 votos una medida que se opone al plan del Presidente George W. Bush de enviar 21.500 soldados de refuerzo a Irak.
La resolución no vinculante fue un gesto simbólico a un mandatario en tiempo de guerra.
Los senadores demócratas intentaron a principios de febrero que fuera aprobada su propia resolución, pero los republicanos lograron bloquear el debate e impulsaron otra, patrocinada por el senador Judd Gregg que prometió no reducir esos fondos.
Esa propuesta "sigue siendo una demanda de los senadores republicanos", dijo el senador Mitch McConnell.
"Creemos que es fundamentalmente justo y totalmente pertinente en el tema que nos concierne".